Parte I
(publicado en El Municipal, órgano de ADEOM)
Se han dicho infinidades de palabras y escrito muchos ríos de tinta sobre la basura en la ciudad de Montevideo, si uno lo toma no como un tema solamente estético y si como uno de los temas de contaminación ambiental provocada por el “hombre”, entre otros muchos, se va a dar cuenta, que la responsabilidad en el tema de la basura no está en los que salen a trabajar todos los días para combatir dicha contaminación y menos que menos, en sustraer despóticamente desde los poderes del estado y el gobierno, a los trabajadores su derecho a la acción gremial y a la huelga.
La basura o los residuos es un tema endémico en las ciudades y en el mundo. Si alguien quiere tomarse en serio el tema y un tiempo para informarse, puede acudir a informes de ambientalistas, científicos, registrados en informes, notas y videos, que denuncian la existencia de un séptimo continente. Se sitúa al norte del Pacifico y consta de casi 700.000 km cuadrados, un poco más de que el Estado de Texas y casi cuatro veces más que los 176.000 km cuadrados que nuestro territorio nacional. Ni siquiera es compacta como para levantarla, como si se tratará de una isla, es como una galaxia de residuos dispersos testimonio de la contaminación de los mares, su fauna, flora y por ende también la vida humana. Es el producto directo de la forma de producción capitalista que produce para mantener una renta de ganancia ascendente invadiendo los mercados y estableciendo los mecanismos de la obsolescencia programada de estos para que su utilización sea de poca duración y no retornable.
Es más hay países industrializados que le venden basura a otros y hay otros que se le envían sin costo, para sacársela de arriba. Es decir la basura en Montevideo y en el mundo no es de los recolectores de basura sean municipales o no sino de los grandes corporaciones del producción capitalista y sus áreas de comercialización.
Por ende la primera conclusión es que la responsabilidad y las sanciones deberían a apuntar a esta clase social y no a los trabajadores o a los vecinos en general. E instrumentar una política de grandes impuestos y medidas punitivas contra estos contaminadores.
El gobierno y los partidos de gobierno y de la oposición
Tabaré Vázquez en la campaña electoral a la IM de 1989 prometió solucionar, en sus intervenciones de: “delo por hecho” el tema de la basura habiendo una huelga de los trabajadores municipales de 23 días contra el Intendente colorado Iglesias, y nunca pidió la esencialidad contra la huelga en ese momento decía que era responsabilidad del partido en el gobierno.
Sin embargo han pasado 26 años bajo la gestión de los gobiernos progresistas inaugurados primero por Vázquez, y luego seguidos por los dos de Arana (que repitió), Ehrlich, Olivera y ahora Martínez.
Arana se animó a decir en un momento: “que la ciudad más limpia no es la que más se limpia sino la que la menos se ensucia”.
Este concepto sin embargo no tenían ninguna consecuencia práctica porque se transfería la responsabilidad a los vecinos, a todos por igual, sino a los trabajadores municipales y no a los verdaderos contaminadores a escala ciudadana, los grandes empresarios.
A pesar de esto ninguno de estos gobiernos, nos referimos hasta el de Ehrlich, declaró la esencialidad de los servicios y suprimió el derecho de huelga. No lo hicieron Arana con dos huelgas 2000 y 2002 que sumaron entre ellas más de 20 días.
La esencialidad como cortina de humo y supresión del derecho de huelga
El ciclo de la “comunista” Olivera empezó con ya instalado el abandono de la recolección manual e instalados los contenedores en el segundo gobierno de Arana, que capitaneó el hoy secretario general Fernando Nopitch, e impuso la esencialidad y a los milicos para romper las medidas sindicales para combatir la acumulación de basura que hasta el día de hoy no han podido resolver.
Oliver directamente paso a desentenderse de investigar quien ensucia y contamina la ciudad de residuos sólidos urbanos y traspasó la responsabilidad a los “mugrientos vecinos” y a los trabajadores municipales que con sus medidas sindicales generaban alerta sanitario, quedándose en los límites que el propio Arana ya había formulado, la gestión de la limpieza se reducía a corregir los malos hábitos de los vecinos y a que ADEOM no paralizara sus tareas.
Una mentira, que repetida mil veces por los medios de comunicación, se transformó casi que en verdad
Pero la realidad es muy otra y esta oculta adrede para no chocar con los grandes contaminantes de la ciudad, es decir los capitalistas vendedores de sus productos y sus empaques y/o de los importadores de productos fabricados allende nuestras fronteras.
Promedio un hogar en Montevideo tipo puede llegar a producir entre 800 gramos y un kilogramo de residuos sólidos domiciliario, una población censada en Montevideo de 1.275.000 estaría produciendo, la mitad casi de los 2300 toneladas diarias que entran a la Disposición Final de Residuos, más de la mitad son residuos no domiciliarios y parte importante de los domiciliarios son todos tipo de envases, y empaques no retornables que el empresario vende y toda la sociedad paga para juntarlos.
La movilización de ADEOM y la IM
Luego de una tregua prolongada de la ADEOM en la división limpieza urbana, se realizaron dos asambleas generales en mediados de agosto /setiembre y Ninguna de las dos asambleas votó medidas sindicales, pero presentaron una plataforma reivindicativa.
Remunicipalización de áreas privatizadas, ingreso de personal, camiones repuestos y herramientas, modificación de los contratos (a partir del 2011) que flexibilizan horarios y regímenes de descansos, incorporación de los pagos por 8 horas al salario básico que hoy se pagan como partidas de extensión horaria, modificación de los escalafones de carrera que nunca se modificaron en años, cambios de categorías de trabajo no realizados en años, etc
Luego de estas asambleas pasaron más de 70 días y la plataforma del sector fue respondida negativamente por el Intendente Martínez.
El comienzo de las asambleas de base en todos los cantones y turnos de trabajo de la división limpieza urbana. Alcanzó a más de 1000 trabajadores y fue impulsada por la directiva de ADEOM junto a la mesa de delegados de limpieza y trajo como consecuencia la realización de una asamblea general que ratificó su plataforma, se declaró en pre conflicto y decidió el corte de horas extras.
Igual que Olivera. Martínez amenaza con la esencialidad
Inmediatamente Martínez salió en la prensa a poner a la ADEOM bajo la amenaza de que si no se deponen los reclamos y las acciones gremiales para conseguirlos, no vacilará en declarar la esencialidad, convocaría al ejército y a rompehuelgas para hacer el trabajo.
Es decir antes de que esté instalado ningún paro salió a impulsar la carnereada de las medidas sindicales, y el estado de excepción para justificar la esencialidad, que está claro ahora más que nunca, que no es producto de medidas sindicales ya que está claro que no las hubo en todo el año.
El socialista Martínez, igual que antes la comunista Olivera, fogonea el discurso reaccionario de derecha contra el movimiento obrero para que lo compre la población de Montevideo
Como contrapartida, parte del presupuesto municipal ha quedado hipotecado en el acuerdo con Novick en el Fondo Capital una versión de privatización tipo PPP y deberá estudiarse muy de cerca cuales son los objetivos de la planta de transferencia a realizarse bajos obra privada.
En particular en las áreas municipales de saneamiento, vialidad, áreas verdes y limpieza urbana las empresas privadas fagocitan parte de ese presupuesto para su lucro privado, que debería ser usado para contratar trabajadores, más camiones y una mejor eficiencia como ha planteado ADEOM desde siempre.
El desastre sanitario es producto del lucro y la ineficiencia capitalista, y de los gerentes públicos progresistas y no progresistas que están sometidos a estos.
La contaminación ambiental, no en Montevideo, en el mundo, está producida por la anarquía y barbarie capitalista, quienes son los grandes contaminantes de las ciudades y los recursos naturales, no por la lucha obrera.
Por el contrario la lucha obrera, el movimiento obrero en todo el planeta y en este caso la Adeom son los que establecen los límites de la explotación y contaminación ambiental y barbarie capitalista, son los que con su denuncia y movilización ponen en el tapete esa tragedia para la vida de las ciudades y de sus habitantes.
Por el contrario la posición (por unanimidad hasta ahora) del progresismo en el gobierno, fortalece a la derecha y al capital contra los trabajadores. Es ajena y enemiga de las tradiciones del movimiento obrero, del socialismo y de la izquierda.
La lucha de ADEOM y de los trabajadores de la ciudad de Montevideo, debe continuar, para erradicar el estado permanente de contaminación de la ciudad, porque la emergencia sanitaria es permanente y es producto del subsidio encubierto que estos gobiernos hacen a los grandes capitalistas contaminantes mientras disparan contra los trabajadores y los vecinos.
Álvaro Soto