Organizar el rechazo a la Ley de urgente consideración y a la reforma educativa encubierta

Plan de lucha contra la LUC y por las reivindicaciones obreras

 

El proyecto de ley de urgente consideración (LUC) elaborado por la coalición de gobierno encabezada por Lacalle Pou, y que se presentará el próximo 1°de Marzo reune un paquete de medidas antiobreras y antipopulares necesarias para garantizarle a la burguesía en su conjunto, el control de los mecanismos del estado. Mediante este mecanismo excepcional, se pretende aprobar, en un plazo breve y sin discusión, las medidas y reformas que exige el gran capital para aplicar sus políticas, esbozadas ya en este proyecto en algunas áreas.

Es preciso comprender que esta propuesta inicial es muy importante, no solo por el contenido específico de sus 457 artículos, en sus diez secciones, sino porque es un intento por dar una respuesta unificada y firme por parte de la coalición que asume, caracterizada por su heterogeneidad y fragmentación; no se sabe cuánto tiempo podrá sostener su apariencia sólida, así que el primer golpe es fundamental. Asimismo, de aprobarse este conjunto de medidas, logran marcar la cancha a su favor en las luchas que inevitablemente se presentarán en un escenario de crisis mundial, con manifestaciones de resistencia y lucha muy cercanas en la región. Aumentan los mecanismos represivos, las limitaciones al derecho de huelga, la criminalización de la protesta, el gatillo fácil, las penas judiciales, etc. Están preparando el terreno para aplastar al movimiento obrero cuando salga a enfrentar el mazazo que inevitablemente nos van a dar.

Sin embargo, desde la oposición, más allá de las quejas y llantos de horror por el “avance de la derecha”, las respuestas concretas, van desde planteos de ejercer presión para negociar los términos de aplicación de las medidas propuestas; hasta la colaboración con el nuevo gobierno para equilibrar la presión que ejerce la derecha más rancia en su seno (Manini). Todo en términos de gobernabilidad e intercambio civilizado de opiniones, es decir, todo desde la perspectiva de seguir siendo parte del aparato del estado, usufructuando los privilegios y prebendas que otorga. La clase obrera y los explotados la miran desde afuera.

No olvidamos que fue el gobierno progresista quien impulsó y aprobó la Ley de educación actual, que fuera rechazada en muchos aspectos por los sindicatos de la educación, que reclamaban autonomía y cogobierno; como no olvidamos el decreto la esencialidad en la huelga del 2015 y los múltiples proyectos de subsidio a los privados que lucran con este derecho devenido en bien transable, y por supuesto, los compromisos firmados con las multinacionales que intervienen y financian sus propios proyectos productivos de explotación (UMP y su fundación, proyectos educativos-productivos a la medida, etc.) o la participación activas de sus técnicos y teóricos en los acuerdos multipartidarios y Eduy21.

Por su parte, la burocracia sindical, tributaria de esa política de conciliación de clases, está concentrada en defender su rol de mediador entre los intereses de la clase obrera y los planes del gobierno, se enfoca, entonces en preservar los consejos de salarios, donde tiene su lugar de privilegio y no en los derechos y reivindicaciones de los trabajadores. Que decir sobre el ataque al derecho de huelga planteado en la LUC, donde se prohíben las ocupaciones limitando el derecho de huelga. Cabe agregar que el gobierno actual envió un proyecto de ley, finalizando su mandato en este sentido, allanando el camino a Lacalle Pou, con respecto a modificar la ultraactividad de los convenios colectivos.

La dirección del Pit-Cnt, lejos de proponer un plan de acción concreto, se lanza a un homenaje a quien fuera el personero de políticas antiobreras desde el progresismo, el Dr. Tabaré Vázquez, quien decretó la esencialidad (prohibición de la huelga) para la educación, y quien ahora colabora presentando sus propias propuestas para incluir en la LUC de la coalición multicolor.

Para nosotros el eje es precisamente la defensa de esos derechos y reivindicaciones, por eso creemos que nuestra principal tarea, el centro de nuestra acción y el objetivo de nuestros esfuerzos es la agitación y organización de los trabajadores para enfrentar la ofensiva del capital y del gobierno que lo representa. No queremos negociar aspectos de la LUC, queremos derrotar la LUC y sus medidas antiobreras y antipopulares.

Sin detenernos por ahora en educación universitaria y terciaria, la ley incluye modificaciones al hoy Sistema Nacional de Educación Pública (SNEP), que pasará a ser Sistema Nacional de Educación, dando lugar a la participación directa de privados en la gestión y en los recurso, un paso más hacia el vaucher y la privatización.

Además, reduce la participación elegible en los Consejos, que pasan a ser unipersonales, para un mayor control del Ejecutivo, reduciendo la ya limitada autonomía educativa actual. Esto se acompaña de la eliminación de la libertad de cátedra tan cara a los docentes a lo largo de la historia de su ejercicio, y el avance en la autonomía de gestión de los centros educativos dando potestades a los directores para la designación directa de los docentes, echando por tierra el estatuto docente y los escalafones.

En consecuencia, declaramos el rechazo total a la LUC y la reforma educativa encubierta, y llamamos a los trabajadores y sindicatos a organizarse de forma independiente contra todo el paquete represivo y privatizador, y contra las reformas del FMI y los bancos que contiene el proyecto y las que vendrán luego de su aprobación.

Es preciso preparar una gran movilización y organizar a los trabajadores en esa perspectiva. En este sentido, el planteo de no inicio de clases con un paro de 48 horas que estará presente en la próxima asamblea de Ades va por ese camino y debería estar en discusión en cada sindicato de la educación y gremio estudiantil, porque orienta hacia una respuesta colectiva y de acción.

El 1°de marzo asume el nuevo gobierno y anunciará el envío de la LUC al parlamento, el lunes 2 de marzo, es el momento de decirle no con una gran jornada de agitación y propaganda en los centros de estudios, volantes, reuniones, explicando a los compañeros docentes y trabajadores, padres y estudiantes que no estamos de acuerdo, pero sobre todo, que estamos dispuestos a dar la pelea en defensa de la educación pública.

Es ahora.

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Author: Andrea Revuelta