Tras una primera elección sin mayorías consagratorias, la Asamblea General del Claustro (AGC) se prepara para una nueva votación el próximo miércoles 10 con casi todas las fuerzas definidas. El movimiento estudiantil universitario asiste a un proceso inédito en relación a la discusión rectoral. La particularidad más importante no reside, como resalta la prensa, en que la FEUU vote “partida”, sino que lo excepcional está en la conformación de un polo independiente de ambos candidatos que se prepara de antemano para luchar contra el programa reaccionario de quien sea elegido. Este agrupamiento, que incluye a cinco corrientes y estudiantes independientes expresa el proceso de ruptura por izquierda de la juventud estudiantil con el gobierno del Frente Amplio y las autoridades universitarias que le han hecho los “mandados”. La FEUU no llega “más débil que nunca”, como marcó un artículo de El Observador el pasado mes (El Observador, 26/9), sino todo lo contrario: tiene, por primera vez, un gran sector clasista movilizado y denunciando por anticipado que tanto con Markarián como con Arim la Universidad de la República ve amenazados más que nunca sus principios elementales de autonomía y cogobierno. De lo que se trata es de organizar la respuesta estudiantil, quitando todo tipo de expectativas de ambos candidatos.
Fronteras que no separan
La mayor expresión de la similitud programática que caracteriza a ambos candidatos surge con las distintas alianzas y acuerdos entre sectores docentes y estudiantiles “opuestos” en torno a decanos o planteos políticos. En primer lugar, hay que destacar que la Lista de los Centros, ligada al FA y la más votada el año pasado, se encuentra dividida. ¿La razón? El apoyo del Partido Comunista a Markarián. La pata estudiantil de la UJC –que también se encuentra dividida en relación al rector- actuó de manera particular en sus centros, incluso en alianzas con agrupaciones como la Brigada 1958 (Izquierda en Marcha – FA) y 21 de junio (comprometidamente markarianistas). Segundo, los representantes “anarquistas” (ROE) de los centros de estudiantes de Música y Bellas Artes, han decidido apoyar también la candidatura de Markarián. Una posición que retrata mejor sus posiciones, por la vía de los hechos y no por sus discursos de “independencia” política.
En Humanidades, donde los dos miembros estudiantiles a la AGC son de la 21 de junio, la nueva agrupación Deliberarce (parte de la Lista de los Centros y dirigida por la UJC) que tanto se reclama como corriente defensora de la democracia gremial se encargó de ayudar a la burocrática 21 de junio para que no se realice la asamblea general por rector a falta de quórum. El objetivo era que la 21 de junio vote en la AGC por Markarián, sin tener mandato estudiantil de asamblea, una maniobra habitual de esta agrupación que 4 años atrás hizo lo mismo. El planteo que hicieron las agrupaciones 1° de Mayo, Tesis XI e Íbero Gutiérrez consistía en primer lugar, en democratizar la instancia, para que los representantes sean mandatados por una asamblea general, como marca el estatuto. En segundo lugar, no apoyar a ningún candidato, en lo que es una posición política coherente con la plataforma reivindicativa del CEHCE y con el reciente impulso de la profesora Alma Bolón hacia el decanato de la facultad, oponiéndose al proceso de mercantilización al que someten la Universidad y la educación pública. Las fuerzas divididas entre uno u otro candidato, se unen para bloquear el desarrollo de la lucha estudiantil. Los une el régimen universitario de ajuste.
El caso de Psicología es particular, porque allí donde la UJC se encuentra en una crisis brutal, con un centro de estudiantes debilitado y con un dominio abrumador de la Brigada 58, su política fue impulsar la abstención. No por una convicción, sino por su disputa con la Brigada. La intervención de la 1° de Mayo y la izquierda desenmascaró su planteo cuando tuvieron que rechazar la declaración política que denunciaba a ambos candidatos y llamaba a la organización independiente.
Clarificación
En definitiva, lo que realmente parte aguas dentro de la Federación universitaria no son las dos propuestas rectorales, sino el desarrollo de la izquierda independiente que pone a la luz de todos los estudiantes una propuesta de lucha y organización en defensa de los intereses de la educación pública, gratuita, autónoma y cogobernada; en defensa de los intereses estudiantiles y de los trabajadores universitarios. Por eso, además de llamar a la organización, convocamos a movilizarnos masivamente para demostrar el rechazo estudiantil. El próximo miércoles 10, donde seguramente resulte electo el futuro rector, las agrupaciones 1° de Mayo, FPE – Susana Pintos, Íbero Gutiérrez, Tesis XI y el Frente Estudiantil Antiimperialista convocamos a llenar el Paraninfo de la UdelaR para que las reivindicaciones estudiantiles se hagan presentes.