En la ultima mesa representativa (MR) del PIT-CNT la burocracia sindical blindo al gobierno, imponiendo el levantamiento paro general fijado para el 25 de julio pasado. Esto forzó una delimitación política a la salida del XIII Congreso, que partió aguas en lo táctico y reinstaló un debate estratégico para el movimiento sindical.
La primer MR emergente del congreso definió, bajo acuerdo de todas las corrientes que integran el Secretariado Ejecutivo (SE), lo que dio a conocer como un “plan de acción” para lo que queda del año frente a los Consejos de Salarios y la Rendición de Cuentas (ultima de este periodo de gobierno). Con algunos matices todas las corrientes acordaron un cronograma de paros parciales para junio y agosto y un Paro General para el 25 de julio. Con la oposición de ATES y ADEOM, que sostuvieron que el paro de junio debía ser General (de 24hs), se aprobó por amplia mayoría el plan de acción, no así la caracterización política que presentó el SE.
Un mes después (12/7) el SE decide, esta vez por mayoría de la corriente Gerardo Cuesta (PCU-Articulacion), levantar el paro general del 25 de julio, bajo la idea de que se habían logrado “avances” en la rendición de cuentas. Estos supuestos avances fueron la absorción de forma directa de 300 auxiliares de primaria, y un convenio salarial en Salud Publica.
Lejos quedó la lucha por el 6% del PBI para la educación, y el presupuesto necesario para la salud y el gasto social. El debate giró en torno a la política de ajuste del gobierno, con una fuerte critica a la linea oficialista desde los sindicatos que están enfrentando en primera linea esta política; sobre todo Adeom y Fenapes. En esta instancia la corriente sindical integrada por Cofe y Foeb “En Lucha” se opuso a esta perspectiva, votando en bloque el rechazo al levantamiento del paro.
La burocracia sindical ejecutó una dantesca maniobra para abortar cualquier tipo de plan de lucha, buscando erradicar, por sobre todo la perspectiva de ir a un paro general antes que se vote la RC. Lo cual reabrió en el seno de las corrientes dentro del PIT-CNT un debate aparentemente laudado por el Congreso. Es decir que frente a las pautas de rebaja salarial y el presupuesto de ajuste impulsado por el gobierno del FA, al servicio del FMI y el gran capital, el movimiento sindical vuelve a interpelar la tesis del gobierno aliado al “bloque social y político de los cambios”.
En este sentido a la salida de la MR En Lucha emitió un comunicado publico en el que denuncia el ajuste, se desmarca de la linea oficialista y del levantamiento del paro.
La declaración plantea que “están dadas las condiciones para profundizar las medidas de lucha”, señalando que con “las pautas salariales del gobierno… la inmensa mayoría de los trabajadores privados perderán poder adquisitivo”, advierte sobre el crecimiento de la desocupación; “sin trabajo no hay salario”, con una gran conflictividad en la industria producto de los despidos. Sobre la Rendición de Cuentas plantea que se “esta promoviendo una RC donde se ha privilegiado a los capitales extranjeros… como también al pago de la deuda externa” denunciando que “el Poder Ejecutivo prioriza al gran capital… y no a las necesidades del pueblo y los trabajadores”. Por ultimo cita a una reunión a todos los sindicatos, agrupaciones sindicales y militantes a una reunión para el 25 de julio.
Sin embargo y a pesar de que algunos sindicatos lo plantearon, este bloque de sindicatos no fue a fondo con la orientación de defensa del paro general. No mantuvo en sus propias filas el paro de 24hs, sino que convocó a una reunión, dando por hecho que no habría oportunidad de establecer una coordinación para mantener el paro y comenzar a establecer una deliberación en torno a una acción de lucha. Si bien mantener el paro por un conjunto de sindicatos importantes bajo la definición política de una corriente, no hubiera resuelto el problema central, hubiera podido establecer una deliberación y se hubiera colocado como un eje de reagrupamiento de los sindicatos por la unificación de las luchas. Sobre todo aquellos que se encuentran en oposición al bloque oficialsta.
La respuesta de la orientación sindical En Lucha al levantamiento del paro general, refleja la emergencia de sectores sindicales que buscan una orientación distinta a la de la burocracia oficialista y se plantean enfrentar la política de ajuste del gobierno. Es una composición absolutamente heterogénea que plantea un debate abierto. Es imprescindible que el clasismo intervenga en el debate, en la perceptiva inmediata de establecer un plan de lucha para derrotar el ajuste mediante la unificación de los conflictos. También se debe colocar el planteo de un congreso de bases que discuta un programa propio de los trabajadores. La idea de generar un bloque clasista que dispute la dirección a la burocracia del PIT-CNT no es nueva, ya la Lista 41 había sentado las bases de un movimiento por la independencia política del PIT-CNT en su documento de 2011. En el camino es necesario derrotar a la burocracia sindical y recuperar los sindicatos para los trabajadores.
Para los sectores clasistas es necesario establecer un debate estratégico sobre la independencia política. Una clarificación en cuanto a que la independencia política no solamente puede estar dada por la autonomía formal de los sindicatos con respecto al gobierno y a los partidos capitalistas, sino por establecer una lucha política por poner en pie una alternativa política propia, de los trabajadores.