Crónica de una segunda ola anunciada

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La pandemia que azota al mundo está generando nuevos temores en países que ya sufrieron un enorme número de casos, colapsos sanitarios y miles de muertos. En el mundo hay más de 37 millones de casos registrados y más de un millón de muertos, aunque tres países, EEUU, Brasil e India, registran la mitad de casos. En la última semana el total de nuevos casos positivos viene incrementando en 2 millones, un aumento del 6% en lo que va de la semana. El continente que viene con la mayor tasa de crecimiento de casos es Europa, que atraviesa el anunciado rebrote de la enfermedad debido a la reapertura de la economía. “Europa ya suma más de 6.131.000 casos y supera los 236.000 fallecimientos, lo que representa un 22.1% y 16.6% del total mundial respectivamente” (elnuevosiglo, 11/10). La segunda ola que azota a Europa era previsible y prevenible, aunque no para los gobiernos capitalistas.

Especialistas están muy preocupados porque este ascenso de casos se produce incluso antes del comienzo de la temporada de gripe en dónde se llenan las guardias y las terapias intensivas. Para muchos “Europa realmente nunca aplastó la curva de Covid-19 como se esperaba” (apnews, 10/10). La tan esperada vacuna está lejos de concretarse, y muchos desarrollos están frenándose en etapas de pruebas. Los hospitales de Europa se están llenando nuevamente, lo que demuestra que los gobiernos capitalistas no han tomado medidas para prevenir esta situación que se esperaba hace meses.

Los epidemiólogos y los residentes por igual están señalando con el dedo a los gobiernos por no haber aprovechado la calma del verano en los casos para prepararse adecuadamente para el rebrote esperado de otoño, con pruebas y personal de UTI críticamente escaso. Esta Roma la gente esperó esta semana 8 a 10 horas para hacerse el test, mientras que escasean médicos y enfermeros de París a Moscú.

En París el gobierno declaró la “alerta máxima”, luego de la apertura indiscriminada y el rebrote de casos, llegando a 19.000 positivos diarios, incluso superando al máximo de casos del peor momento del primer brote y la crisis sanitaria. El ministro de salud francés reclamó un “protocolo reforzado”, lo mismo que reclama una buena parte de la izquierda francesa.

En Holanda, el primer ministro Mark Rutte, anunció el cierre de bares y restaurantes, y reuniones de más de cuatro personas. El ministro de Salud dijo que “Si no hacemos nada ahora, las cifras se duplicarán de nuevo en las próximas semanas” (France24, 13/10). Actualmente, el país registra una de las tasas de contagio per cápita más alta del mundo. No se descarta una saturación de las camas de UTI. En la última semana hubo 43.903 nuevos contagios y casi 7.400 en las últimas 24 horas, una cifra que supone un aumento cercano al 60 % en comparación con la semana anterior. La Federación de Médicos Especialistas advierte “un tsunami en la segunda ola, con 5.000 pacientes hospitalizados en noviembre; ello supondría cancelar hasta el 70% de la atención regular dedicada a otras enfermedades” (El País, 13/10).

En España hay una crisis política y constitucional, ya que la justicia rechazó el “confinamiento perimetral” que declaró Pedro Sánchez para Madrid y otras ciudades afectadas. La región de Madrid registra unos 700 casos por cada 100.000 (ídem). El alto tribunal aduce que el confinamiento afecta “los derechos y libertades fundamentales” y que la ley utilizada como amparo no permite limitarlos, por lo que Sánchez tuvo que declarar el estado de alarma. Margarita del Val, experta en inmunología viral dijo que “Cuando se abandonó el estado de alarma, llegó el momento de invertir en prevención, pero eso no se ha hecho” (apnews, 10/10).

En Gran Bretaña hay más de 17.000 casos diarios. El Dr. Martin McKee, profesor de salud pública europea dijo que “Deberían haber estado aprovechando el tiempo para implementar sistemas de soporte de ‘búsqueda, prueba, rastreo y aislamiento’ realmente sólidos. Si lo hubieran hecho, entonces podrían haber identificado los brotes” (apnews).

Italia tiene 5.000 casos diarios. Fue el escenario de “huelgas salvajes” por medidas de prevención y control. Personal de salud dice que en Lazio y Napoles las UTI se van a saturar en un mes. El gobierno sólo dispuso la obligatoriedad del barbijo. Rusia pasa los 10.000 contagios en 24 horas (ídem). República Checa, en donde se había “despedido” al Covid-19 y reabierto la economía, tiene la infección per cápita más alta de Europa: 398 cada 100.000.

El capital contra la vida humana

La reapertura fue hecha de manera brutal, incluso contradiciendo a autoridades científicas. En diferentes países de Europa se reabrieron las escuelas con clases presenciales, generando focos de contagios en diferentes ciudades de Europa. Suecia, el “modelo” de inmunidad de manada creó una tragedia generacional, porque tras décadas de recortes presupuestarios dejaron endebles a los geriátricos, lo que ocasionó miles de muertes prevenibles en asilos (Clarín, 9/10).

Lejos de haber utilizado el tiempo para preparar el sistema sanitario y mejorar las condiciones de atención, vimos a lo largo de estos meses muchas protestas en diferentes países de Europa del personal de salud, muchos de ellos contratados durante el pico de la pandemia, echados luego. En París los trabajadores del sistema público y privado de salud protestaron por sus bajos salarios y por la falta de inversión de Macron. En España contra con despidos y por falta de personal en Madrid y otras ciudades. En Rumania los trabajadores de los hospitales protestan contra las medidas de apertura que van a hacer colapsar el sistema sanitario.

Esta semana la OMS dio un guiño a aquellos que plantean que los problemas psicológicos y económicos de los confinamientos son más importantes que las muertes que previenen. De lo que se trata es de volcar todos los recursos que la sociedad ha producido y produce a combatir la enfermedad, no a la defensa de los beneficios capitalistas.

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Author: Emiliano Monge