Desde hace cinco meses más de 600 trabajadoras y trabajadores fueron enviados al seguro de paro, sin fecha aún de retorno. Minerva argumenta una caída de la rentabilidad a causa de la caída de las exportaciones a China, el atraso cambiario, el precio del ganado y los altos costos energéticos y laborales.
La solución de Minerva está contenida en el programa de las cámaras empresariales y el nuevo gobierno derechista: devaluación del peso para licuar salarios, ampliar los subsidios de combustibles y energía a costa de los tarifazos a los trabajadores, y proceder a una reestructura con despidos y rebaja salarial.
La LUC que entrara al parlamento en los próximos días buscará dar un marco legal y represivo para llevar adelante este ajustazo contra la clase obrera, prohibiendo las huelgas y ocupaciones; mientras que el gobierno derechista ya ha dado rienda suelta a la devaluación y se prepara la liquidación de los convenios colectivos (fin de la ultraactividad, descuelgue de convenios, etc) ingresadas al parlamento por el gobierno del “homenajeado” Tabaré Vázquez.
El lock out de Minerva
Minerva es parte de la oleada de multinacionales que ingresaron al país luego de la aprobación de la Ley de Inversiones del Frente Amplio en 2007 que otorgó subsidios, rebajas impositivas y enormes ganancias, que succionaron hacia el exterior mientras los precios de exportación se iban por las nubes.
Sin embargo, Minerva no está en crisis. Propiedad de terratenientes e industriales brasileños, su capital está compuesto un 75% por fondos financieros con asiento en Londres y New York, con plantas en Argentina, Brasil, Paraguay, Colombia y tres en Uruguay. Minerva reportó globalmente ganancias récords en 2019 -equivalente al 10% del PIB uruguayo. Es denunciada por organizaciones sociales y sindicales de la región por las condiciones de superexplotación que impone a sus trabajadores, e incluso por trabajo esclavo e infantil, y una brutal depredación ambiental. La clase capitalista quiere imponer ese “modelo” en Uruguay. No pasarán.
El envío de la totalidad de la plantilla al seguro de paro constituye un verdadero lock out patronal para presionar, chantajear y desgastar a los trabajadores, preparando las condiciones para poner sobre la mesa la rebaja salarial y despidos (una “reestructura de costos”).
Hay que actuar
Los trabajadores de SOOFRICA han comprendido la etapa que atraviesa el país y llaman a todo el movimiento obrero y popular a sumarse a la histórica movilización y acto que tendrá lugar el próximo miércoles, donde hablaran: Raul Torres (Presidente del sindicato de SOOFRICA), Marcelo Abdala, Gonzalo Castelgrande y Lucía Siola. Participaran decenas de organizaciones sindicales, estudiantiles, y la propia FUCVAM informó su asistencia. Como lo expresó un obrero de la carne: una nueva etapa ha comenzado abrirse.
Esta lucha se suma a la que ya han comenzado los gremios docentes contra la LUC, los obreros curtidores contra los despidos y los trabajadores de las empresas públicas frente a la privatizaciones, como AUTE y FANCAP.
El camino de la unidad y lucha del pueblo trabajador es el método para enfrentar todos los atropellos. Comienza a expresarse la necesidad de un paro nacional y un plan de lucha del movimiento obrero.
Necesitamos un programa que ponga por delante las verdaderas urgencias de los trabajadores: prohibición de los envíos al seguro de paro y despidos; reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; salarios igual a la canasta familiar; terminar con las tercerizaciones y precariedad laboral; por vivienda, salud, educación y trabajo.
La situación de Minerva grafica en mayor o menor grado la de toda la agroindustria e industria. Hay que decirlo bien claro: si las empresas no son capaces de abrir la fábrica y hacerla funcionar, los trabajadores organizados sí son capaces. Luchamos por la estatización bajo control obrero en el camino de la reorganización industrial sobre nuevas bases sociales, para terminar con el parasitismo capitalista y defender incondicionalmente el derecho al trabajo.
Chile marca el camino. Impulsemos una acción internacional de los trabajadores de la región por estas reivindicaciones. Que la crisis la paguen los capitalistas.
Ciudad de Canelones, 7 de Marzo de 2020
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