Mujeres: si no nos organizamos nos matan

25 de Noviembre día internacional de eliminación de la violencia contra la mujer.

En nuestro país la violencia física hacia la mujer desprende datos del horror. Cada 21 minutos la policía recibe una denuncia por “violencia domestica”. La tasa de feminicidios es la más alta de nuestro continente.

El proyecto de ley que envió este año el Poder Ejecutivo al parlamento, a raíz de las multitudinarias movilizaciones de ‘Ni una menos’, fue un intento para encubrir su complicidad política en el flagelo que significa para la violencia que sufrimos las mujeres bajo este régimen social.  Tabaré Vázquez había declarado a comienzos de su mandato, el 8 de marzo que el principal problema que terminaba con la vida de las mujeres es el tabaco, dejando en evidencia la responsabilidad política del  Estado y el gobierno en la omisión al combate de la violencia doméstica y los feminicidios. El proyecto, que establece un nuevo negociado para el sector privado, aún sigue encajonado en el parlamento confirmando que fue utilizado como bomba de humo. Es que el gobierno tampoco esta dispuesto en este escenario de crisis a destinar los recursos que serían necesarios para proteger a las victimas de violencia, y para su prevención. La actual ley que rige , ni este proyecto pueden solucionar una problemática que es producto de un sistema económico que está al servicio de las empresas. Bajo el capitalismo la mujer jamás será liberada. El aumento de los feminicidios, y las denuncias de violencia, son producto de la descomposición de este régimen social, en donde la vida de las mujeres realmente no tiene ningún valor. Es por eso que la lucha que tenemos por delante las mujeres trabajadoras, no es de sexo contra sexo, sino una lucha junto a nuestros compañeros de clase, para superar un sistema social que nos condena a muerte.

 La organización independiente de las mujeres, en sus trabajos, en los barrios, y facultades para paliar las situaciones de violencia a las que estamos sometidas, es clave. La realidad ha mostrado que el Estado y sus leyes no defienden nuestros intereses, hasta ahora ninguno de los gobiernos de turno ha logrado hacer de la atención integral a las mujeres víctimas de violencia, una prioridad presupuestal y política.

El presidente también le ha otorgado todo tipo de favores  al clero y a las clínicas clandestinas de aborto vetando la despenalización del aborto en su primer mandato, y posibilitándole que visiten escuelas públicas para difundir la religión, violando la laicidad. La complicidad estatal, en el caso de los  44 curas abusadores que ha señalado la propia iglesia uruguaya, es evidente. Hasta ahora continúan completamente impunes, a pesar de haber sido señalados como abusadores. Es la misma práctica de impunidad que sucede con los responsables del terrorismo de Estado en la dictadura.

La organización independiente de la mujer bajo un programa socialista, es estratégica, no sólo para denunciar la inacción y complicidad del Estado, señalando las responsabilidades del poder político, sino para dar una lucha en todos los terrenos para terminar con la opresión y la explotación social.

Las trabajadoras, estamos al igual que el conjunto de la clase trabajadoras pagando una crisis económica que no generamos. Maś que nunca es necesario dar una batalla política contra los ajustadores, tanto progresistas como derechistas, poniendo en pie una alternativa política independiente. Que luche para terminar con la diferenciación salarial a la que estamos condenadas, con los salarios de miseria, y la enorme precarización laboral que sufrimos cotidianamente, y que no es abordada por la dirección oficialista del PIT-CNT como una forma de violencia, cuya problemática manifiesta la doble opresión de las trabajadoras. Para enfrentar el ajuste y la violencia sobre las mujeres, es fundamental avanzar en la la lucha por igual tarea, igual remuneración a la par de la prohibición de despidos , la creación de guarderías bajo nuestro propio control en los lugares de trabajo y de estudio.

Las trabajadoras debemos enfrentar este ajuste que el gobierno descarga sobre nuestras espaldas, y poner en pie una alternativa política para defender nuestros intereses, con independencia política, del gobierno, la iglesia y las patronales.

Para que este día no sea en vano, luchemos para masificar y hacer del movimiento de la mujeres uno que luche para liberar al conjunto de la clase trabajadora.

Desde el Plenario de Mujeres Trabajadoras llamamos a masificar el movimiento de mujeres, bajo un programa contra el ajuste y la violencia hacia la mujer, porque el machismo solamente será desterrado, si derrotamos codo a codo con nuestros compañeros de clase, el régimen social que lo sustenta.

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Por una organización de la mujer trabajadora: independiente del Estado, la Iglesia y los partidos patronales.

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Author: Plenario de Mujeres Trabajadoras

Por una organización de la mujer trabajadora: independiente del Estado, la Iglesia y los partidos patronales.