Haití: la misión “humanitaria” de la ONU y la OTAN

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Una nueva ocupación para “contener” la disolución nacional y la barbarie.

 

El golpe palaciego orquestado por los Estados Unidos, que incluyó el asesinato del expresidente Jovenel Moise, se ha agotado de manera espectacular. Haití y especialmente su capital, Puerto Príncipe, se encuentra en manos de las mafias y bandas paramilitares que se disputan el control de los distintos barrios. La población ha caído a niveles inauditos de pobreza, en un país ya sumergido en la miseria. La violencia pandillera se ha cobrado 3.000 vidas desde enero de este año y ha obligado a 200.000 habitantes a desplazarse, a causa de la destrucción u ocupación de sus hogares en las disputas por el control del territorio.

El primer ministro haitiano, Ariel Henry, títere del imperialismo estadounidense, ha solicitado en reiteradas ocasiones la ocupación militar de su país ante las Naciones Unidas. El Consejo de Seguridad venía aplazando una decisión sobre el tema, a pesar de las expresas indicaciones del propio presidente de la ONU, António Guterres, para aprobar una resolución en dicho sentido. Finalmente, en su última sesión, Ecuador y Estados Unidos han presentado una propuesta conjunta, avalada por Brasil, que actualmente ocupa la presidencia rotativa del organismo. La resolución ha sido aprobada por el voto positivo de 13 de sus miembros y la abstención de China y Rusia, ambas naciones con poder de veto. Según Infobae (02/10), la abstención de China habría sido una conquista de Lula Da Silva y su equipo diplomático tras el pedido de Joe Biden para que Brasil intercediera para destrabar las negociaciones. Al igual que en 2004, cuando Lula encabezó junto a Néstor Kirchner la misión “humanitaria” de los cascos azules en Haití, los “nacionales y populares” han sido una correa de transmisión directa de los intereses capitalistas en el continente.

El operativo militar multinacional, que no será una misión oficial de la ONU, estará encabezado por el gobierno de Kenia, que enviará un millar de tropas. Las fuerzas armadas de dicho país han sido denunciadas en múltiples ocasiones por Amnistía Internacional por “exceso de uso en la fuerza”, “violencia” y “asesinatos injustificados a manifestantes”. Ahora tendrán en sus manos reestablecer la seguridad en Haití, una misión militar antes que humanitaria. Estados Unidos ha prometido financiamiento por hasta 200 millones de dólares, Canadá también realizará su aporte. España anticipó que participará activamente con tropas en el terreno. El operativo tendrá lugar entre enero de 2024 por 12 meses y podrá ser prorrogado. La última misión “humanitaria” de la ONU en Haití se extendió por 13 años, una verdadera ocupación.

La población tiene el peor de los recuerdos de aquella “misión de paz”. Se acumularon miles de denuncias por abusos sexuales, violencias y asesinatos. Las fuerzas nepalíes generaron una crisis de cólera que provocó más de 10.000 muertes. Según informes de AP, replicados por La Nación (03/10), existe una gran inseguridad ante la llegada de nuevas fuerzas extranjeras. Muchos haitianos señalan que la última vez ha salido muy mal, pero que la situación actual se ha vuelto intolerable para la vida misma. Las pandillas han generado un caos generalizado en todo el suministro de energía, agua potable y comida, además de la paralización de obras de construcción y otros servicios que han llevado a cientos de trabajadores al desempleo. En múltiples barrios obreros, la población ha decidido combatir a las mafias con la creación del movimiento “Bwa Kale” (Madera Afeitada), un grupo de autodefensa que ha asesinado a más de 350 pandilleros.

Henry, que se ha negado a convocar a elecciones, busca que la intervención extranjera sea un ariete para reforzar su gobierno ilegítimo. Cuenta con el apoyo de los Estados Unidos.

La misión de “paz” solo augura mayores violencias y privaciones para los trabajadores de Haití. La población haitiana ha desarrollado vigorosas movilizaciones y rebeliones populares contra los gobiernos títeres del imperialismo. Rechazamos una nueva ocupación militar que busca rescatar la dominación imperialista del país y el Caribe. Fuera las tropas de ocupación.

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Author: Joaquín Antúnez