Por Savas Michael Matsas *
Es un gran momento para el pueblo griego, para todos los oprimidos de toda Europa, en todo el mundo. OXI, un desafiante, orgulloso, masivo y popular NO ha triunfado contra el ultimátum arrogante por la austeridad brutal permanente planteada por las instituciones imperialistas del FMI y la UE.
Alrededor del 62 por ciento de los votantes apoyó el NO. Sólo el 38 por ciento votó SI. ¡En las zonas de clase trabajadora la votación ha alcanzado un increíble 70 a 80 por ciento! El líder infame de la oposición oficial de derecha, Samaras, de la Nueva Democracia, tuvo que dimitir.
Hemos experimentado una campaña sin precedentes de intimidación al pueblo griego, internacionalmente orquestada por los centros del capital global. El cierre de los bancos impuesto por la decisión del Banco Central Europeo en reducir la liquidez la semana previa al referéndum produjo enormes presiones y miedo. El chantaje imperialista fue totalmente compatible con todos los partidos griegos de la oposición burguesa, todos los medios de comunicación burgueses, la SEV (Confederación de Industriales griegos), los banqueros, los burócratas sindicales de la GSEE (Confederación del Trabajo) y Adedy (la Federación de Servidores Públicos), por los obispos reaccionarios de la Iglesia, y un reaccionario “movimiento de la sociedad civil” pro-Unión Europea organizado desde arriba bajo el patrón del euro-Maidán, en Kiev. Todos los enemigos de la clase obrera y de los pueblos empobrecidos combinaron sus fuerzas para asegurar la victoria del SI.
Entre la izquierda, el Partido Comunista estalinista boicoteó el NO, pidiendo el voto nulo o la abstención.
Esta impía alianza fracasó miserablemente en lograr sus objetivos reaccionarios. Ellos subestimaron la fuerza, el coraje, la resistencia, la capacidad de lucha de sus víctimas: de los trabajadores, de los millones de personas pauperizadas y sin trabajo, y en primer lugar de la generación más joven sin empleo y sin futuro.
El punto de inflexión político que demostró lo que estaba hirviendo bajo la superficie se llevó a cabo el último día de la campaña pública por el referendo, con la extraordinaria movilización popular en Syntagma, el pasado viernes 3 de julio. La fuerza social real del cambio histórico entró en la arena de la lucha de clases como el verdadero protagonista. Una nueva fase de radicalización revolucionaria ha comenzado y, con él, una nueva transición hacia una confrontación decisiva.
Vangelis Meimarakis, el ex presidente del Parlamento y presidente interino ahora de Nueva Democracia, amenaza, en su primer comentario sobre los resultados, en términos abiertamente de clase al pueblo victorioso: “La clase burguesa que apoyó el SI dará su propia respuesta en caso de que un acuerdo con la UE no se logre”.
El peligro no viene tanto del campo de la derecha derrotada sino de los líderes de la izquierda victoriosa. El gobierno de Syriza hizo llamadas repetitivas de “unidad nacional” y de “ninguna ruptura con la UE”. Tsipras pidió al presidente de la República llamar a una reunión de todos los partidos en el parlamento para elaborar una posición común en las futuras negociaciones por un “acuerdo razonable” con la UE. Syriza exige paz entre las clases y colaboración de clases, en condiciones de una guerra de clases abierta.
Como en el comunicado del buró político del EEK por la victoria del NO insiste en decir: “¡Nada de concesiones, nada de retractarse de nuevo ante el enemigo de clase, la troika imperialista y la burguesía griega! ¡Hemos ganado una batalla, pero la guerra de clases continúa hasta la victoria final, el poder para los trabajadores y el socialismo en Grecia y toda Europa!”.
Un nuevo capítulo en la historia de la crisis capitalista mundial y la revolución social se ha abierto. En estas nuevas condiciones, el EEK se prepara para acoger la tercera Conferencia Euromediterránea de los movimientos sociales y las organizaciones revolucionarias de Europa, los Balcanes y de la región mediterránea, a efectuarse en Atenas del 18 al 20 de julio, para elaborar colectivamente un análisis de la situación actual, una perspectiva de lucha y un plan de acción en común.
(4 de julio de 2015)
Pero hay una gran parte del pauperizado pueblo griego que no tiene nada más que perder. No es por accidente que, ayer, nuestros compañeros del EEK en Larissa organizaran una poderosa y fuerte marcha de 5.000 personas en las calles. Trabajando en conjunto con otros compañeros de la Caravana de Lucha y Solidaridad (una organización iniciada por los trabajadores de la fábrica Viome y la radio y canal de televisión ERT 3, ambos ocupados durante dos años y bajo el control de los trabajadores) marcharon con una pancarta del EEK al frente cuya consigna principal decía “TODA LA PRODUCCIÓN Y TODO EL PODER A LOS TRABAJADORES”, y también donde se leía la famosa frase de Walter Benjamin: “La esperanza nos ha sido dada a todos aquellos que perdimos la esperanza” (Hope was given to us for all those who lost hope).
El miedo cultivado por los gobernantes a veces puede transformarse y actuar como un boomerang en su contra. Después de cinco años de descenso al infierno, las capas más oprimidas y más combativas de los trabajadores, tanto ocupados como desocupados, y sobre todo la generación joven, están entrando en un camino de nuevas rebeliones, una transición hacia la revolución social.
La gran mayoría de los que asistieron al gran mitin de hoy en Syntagma eran jóvenes, en general sin trabajo y sin esperanza de encontrar uno. Un signo de un futuro revolucionario que llega siempre inesperado.
¡La luta continua!
* Dirigente del EEK (Partido de los Trabajadores de Grecia)
(6 de julio de 2015)
Dirigente del Partido Revolucionario de los Trabajadores de Grecia (EEK)