Chile: La clase obrera debe reunirse de emergencia

Despreciar la lucha por un plan de acción en el seno del movimiento obrero y de masas nos puede llevar a disputas puramente faccionales, propias de los aparatos, “desde las alturas”, y ajenas a la clase obrera.

Impulsar el pliego de denuncias en toda organización, sea sindical, de mujeres, juvenil, ambiental, etc, es justamente una lucha política nuestra por direccionar hacia los intereses de la clase obrera, a esos movimientos.

Debido a la ausencia de un Partido Obrero que pueda centralizar y orientar la lucha de los trabajadores hacia sus propósitos históricos, naturalmente, la clase obrera ha sabido contar con sus propias fuerzas y sus propias iniciativas, y siempre ha luchado por construirlo; sus organizaciones son el embrión del futuro poder.

A lo largo de la historia de Chile, las grandes centrales obreras -desde las mancomunales hasta las centrales sindicales actuales- se han organizado con el objetivo de defender a la clase trabajadora y al pueblo de Chile de los ataques y excesos del sistema capitalista.

Hoy por hoy, la clase obrera chilena se encuentra sin ninguna dirección política y, aún cuando cuenta con grandes organizaciones sindicales, la burocracia hasta aquí, absolutamente cooptada por el régimen, sólo ha desmoralizado a los trabajadores y ha contenido su lucha, bloqueando la posibilidad de que asuman la iniciativa, que deliberen un programa socialista, un plan de lucha independiente y que desde las mínimas exigencias al gobierno se preste a combatir el régimen.

El tema, es que toda organización obrera ha sido construida por los obreros; les corresponde. En este respecto, las y los trabajadores de la CUT y de todas las centrales obreras, federaciones y confederaciones, deben reunirse inmediatamente bajo un criterio de emergencia y, junto a las asambleas populares y sus coordinadoras, asumir el control de sus planes de lucha de la clase obrera contra el coronavirus y los efectos de la crisis capitalista. La CUT y las Centrales tienen que intervenir sino, ¿Quién va a hacerlo? ¿Piñera o, sus fuerzas represivas? No.

Un plan de emergencia para resguardar la vida y las condiciones de vida de la clase obrera no es un plan de lucha o un programa que corresponda al gobierno. El gobierno capitalista del capitalista Piñera -como todos los gobiernos capitalistas del mundo en mayor o menor grado- ha acudido a la única política posible bajo su régimen: el salvataje capitalista y la confiscación capitalista al bolsillo de la clase obrera. ¿Corresponde al gobierno de Piñera, impulsar un “plan de emergencia obrero”, si ya ha impulsado -en complicidad con todos los partidos del régimen- el plan de emergencia capitalista?

El “Segundo plan nacional de emergencia” (1) que propone la CUT bajo la forma de una humilde petición al gobierno es, de hecho, el conjunto de medidas que la clase obrera, con su poder y sus organizaciones, deben poner en acción.

Debemos discutir un plan de acción para que todas y todos los obreros, con todos recursos organizativos que tienen, lo pongan en marcha. Impulsemos protocolos en los lugares de trabajo esenciales; luchemos por el cierre de los centros de trabajos no esenciales; peleemos por una cuarentena estricta bajo el control de las asambleas barriales y los trabajadores; pongamos en perspectiva la nacionalización de todas las clínicas privadas y el control obrero sobre ellas.

La CUT tiene que intervenir; tiene que convocarse de emergencia y, junto a las asambleas populares y los sindicatos, debe establecer un plan de gestión y control obrero de toda la crisis para confrontar al gobierno y, con esto, dar una salida a la clase obrera. ¿Quién sabe mejor lo que hay que hacer sino el conjunto de las organizaciones y centrales obreras? Sólo los trabajadores sabemos porque sólo las y los trabajadores sufrimos las carencias -en nuestros propios centros de trabajo y hogares.

Con toda la CUT, con la Central Clasista y los sindicatos movilizados por la pandemia -por protocolos, reclamos de que los médicos trabajen 6 horas, que se reclute más médicos, de que se establezca la intervención en toda la medicina privada, que los hoteles de lujo se abran para la atención de la gente, etc., – sumado a este planteamiento político, confrontamos tanto con el gobierno de Piñera como con el régimen pinochetista.

La burguesía es incapaz de dar una salida favorable a las masas. Entonces, intentemos mostrar cuán urgente es la necesidad de un gobierno obrero y pongamos en acción a la clase obrera deliberando el programa socialista en su seno.

(1) Propuesta de las y los trabajadores para enfrentar la crisis

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Author: Luciano Partido Obrero Revolucionario - Chile