Desde el Plenario de Mujeres Trabajadores del PT participamos del encuentro mediante una enorme campaña, que contó entre otras actividades con un ciclo de cine que promovió un gran debate político, sobre las diferentes luchas, victorias y derrotas de las diversas experiencias, a lo largo de la historia, de las batallas lideradas por las trabajadoras. En estas instancias además de haber logrado el financiamiento para el viaje del conjunto de las compañeras del plenario, avanzamos en la construcción de un programa y pliego de reivindicaciones, así como en la incorporación de varias compañeras a un trabajo militante por el socialismo.
En el Encuentro se desarrollaron enormes luchas políticas; las compañeras del Plenario de Trabajadoras del Partido Obrero, colocaron la necesidad de avanzar en un plan de lucha del conjunto del movimiento de mujeres de ese país, para derrotar el ajuste que están llevando adelante Macri y los gobernadores K, en complicidad de la Iglesia y la burocracia sindical de la CGT. Fueron compañeras de todas partes del país, trabajadoras, estudiantes, desocupadas, indígenas, a colocar la necesidad de la independencia política en la organización de mujeres. Se denunció a todos y cada unos de los componentes del poder político, cómplice de la violencia hacia las mujeres, expresada no sólo mediante la violencia física o psicológica, sino también en el ámbito laboral mediante la sobre explotación o los salarios de miseria que sustentan la ganancia capitalista. La denuncia a la Iglesia, principal furgón de cola de los represores estatales, desenvuelve una tenaz lucha por el aborto libre, seguro y gratuito, para que se anule la condena de Belén, colocando la necesidad de la separación del Estado y la Iglesia, organizadores del negocio que rodea las redes de trata. Se planteó un plan de lucha, un paro nacional y movilizaciones que coloquen a las mujeres como factor activo en el desenvolvimiento de la lucha de clases, golpeando directamente a los ajustadores postrados en el gobierno y sus cómplices kirchneristas.
Sin embargo la comisión organizadora del encuentro, dentro de la cual participan las principales enemigas políticas de las trabajadoras, muchas de ellas vinculadas a la Iglesia, se encargó de impedir que el Encuentro se convirtiera en una instancia resolutiva para defender los derechos de la mujeres trabajadoras, diluyendo el tremendo potencial político de más de 70 mil mujeres reunidas debatiendo sobre la brutal opresión que sufrimos. No fue casualidad que a las compañeras del Plenario de Trabajadoras se las haya alojado en las escuelas más alejadas del centro político de las discusiones en los talleres. En el encuentro se denunciaron todas y cada una de estos hechos mediante declaraciones y concentraciones, que también hicieron públicas las maniobras políticas desenvueltas por la comisión organizadora para desconocer la resolución de la mayoría de las participantes (75%) de que la sede del próximo encuentro sea Buenos Aires. Una gran victoria lograda mediante la tenaz lucha de las trabajadoras organizadas, para que el XXXII Encuentro Nacional de Mujeres esté efectivamente a favor de los intereses de las trabajadoras, en el centro político del poder a nivel nacional. Un enorme triunfo político, que el año próximo sacudirá al gobierno de Macri, con una inmensa movilización de miles de mujeres por sus reivindicaciones.
La inmensa marcha que colmó la ciudad de Rosario fue reprimida por el gobierno del socialista Binner, dejando una vez más de manifiesto la responsabilidad de los gobiernos provinciales y del gobierno nacional en la situación de opresión y violencia que sufrimos las mujeres trabajadoras en particular. La represión al servicio del Clero, buscó amedrentar a un inmenso movimiento de mujeres, que ha salido a las calles. Se trata de superar a las variantes de colaboración de clases en el movimiento de la mujer, para dotar al movimiento de independencia política de las variantes del ajuste, e imprimirle un carácter de lucha y combativo.
Internacionalismo
La lucha política que allí desarrollamos, tuvo también carácter internacional. Participaron compañeras de la Unión de Mujeres trabajadoras del POR de Chile y compañeras de Paraguay, con las cuales desarrollamos un intenso intercambio. Se realizó una importante reunión dónde además de intercambiar sobre las diferentes experiencias en cada país, se debatieron las bases políticas para el armado de una campaña conjunta de nuestras organizaciones para (junto a la clase obrera) derrotar a los diferentes gobiernos progresistas de derecha, que están descargando la crisis sobre las espaldas del conjunto de los trabajadores. Bajo el entendido de que las trabajadoras debemos organizarnos para modificar las propias bases que dan sustento a nuestra doble explotación, bajo un programa socialista. En este sentido se avanzó en una campaña conjunta de cara al 25 de noviembre “Día mundial contra la violencia a la mujer”, en el que de forma conjunta estas tres delegaciones haremos una declaración, e impulsaremos diferentes actividades, para colocar ante todo que el principal responsable de la violencia hacia la mujer es el Estado y el régimen social vigente. Los lazos fueron tendidos, el accionar marcara el rumbo de la historia en la construcción de un programa alternativo al sistema que no puede funcionar sino es mediante la sobre explotación y la miseria, en primer lugar, de las trabajadoras. ¡Arriba la unidad socialista de las mujeres de América latina!