Pablo Heller
Al momento de cerrar esta edición, Atenas habría presentado al Eurogrupo una propuesta ‘mejorada’” (Ambito, 7/7). La última propuesta formulada por Tsipras, previa a la consulta, ya contenía aumentos del IVA, rebajas de jubilaciones e incremento de la edad jubilatoria, y la aceptación de superávits fiscales crecientes, aproximándose a las exigencias de los acreedores.
La nueva movida viene acompañada por un compromiso que el gobierno acaba de rubricar con los partidos de la oposición a favor de una nueva ronda de negociaciones con los acreedores. Uno de los firmantes de este compromiso, el nuevo secretario general de Nueva Democracia -el partido conservador que antecedió a Syriza en el gobierno-, anticipó que “será necesario tomar posiciones difíciles, y en estos momentos los líderes políticos deben ser honestos y no decir cosas que gustan a sus electores” (ídem).
El apoyo de otras fuerzas (la coalición centroizquierdista To Potami, así como la nacionalista de derecha Griegos Independientes, o incluso del Pasok o Nueva Democracia), cambiaría la base política del gobierno. Toda la estrategia de la Unión Europea (UE) apunta a forzar la formación de una nueva coalición política. Tsipras alienta este giro, consciente de las divisiones y choques que existen en su propia tropa.
Economista, docente en las carreras de Historia y Sociología de la Universidad de Buenos Aires y dirigente del Partido Obrero (Argentina).