El 15, 16 y 17 de abril, en Montevideo tendrá lugar el XVI Congreso del Partido de los Trabajadores. Allí abordaremos la situación política nacional e internacional en el marco del ingreso de nuestro país y del conjunto de América Latina en la bancarrota capitalista mundial.
Transición
El nuevo escenario político que se ha abierto en la región, se encuentra determinado por la crisis económica que comienza a adquirir una gran envergadura. Las contradicciones que se fueron acumulando durante las décadas de gobiernos progresistas y nacionalistas comienzan a estallar, dejando de manifiesto el fracaso de sus propias premisas. El caso de la crisis en Venezuela es paradigmático, la caída de los precios del petróleo ha significado el derrumbe de la economía. La crisis que el chavismo adjudica al sabotaje y desabastecimiento de empresarios, ha dejado de manifiesto el fracaso rotundo del gobierno de Maduro para imponer una salida en defensa de los explotados, lo que ha generado un proceso de descontento en las masas que se expresó en el avance de las elecciones legislativas de la derecha venezolana. El triunfo de Macri en Argentina y la derrota de Evo Morales en el plebiscito por la reelección son expresiones del mismo proceso político. La derecha que avanza producto del descontento de las masas con los gobiernos nac & pop todavía tiene que probar que es capaz de imponer un ajuste en regla contra los explotados sin que se los lleve puestos una rebelión popular. La transición política abierta en el marco de la embestida de la crisis mundial sobre América Latina anuncia un presente y un futuro explosivos.
Uruguay: un gobierno a la deriva
Frente a esta situación el gobierno de Tabaré Vázquez ha defendido una orientación de ajuste sobre el bolsillo de los trabajadores; achique del gasto social, tarifazos, suba del boleto, desindexación salarial, entre otras. El presidente anunció por cadena nacional que mantendrá la política económica actual y volcará todos los esfuerzos para no perder el grado inversor, es decir el financiamiento externo. Para eso ha anunciado que mantendrá las pautas salariales que en el marco actual de inflación, plantean la pérdida del salario real para todo un sector de los trabajadores, y la necesidad de atacar el déficit fiscal, lo que anuncia más tarifazos y ajustes. El problema sin embargo, es que el gobierno no puede mantener el cuadro económico actual, las contradicciones que se han acumulado no permiten una salida indolora. La crisis económica que golpea fuertemente a los países emergentes, principalmente China y Brasil, está generando una escalada devaluatoria. La intervención del BCU en el mercado cambiario, ya le han significado la pérdida de 4 mil millones de dólares de las reservas, que el gobierno tiene como garante de la copiosa deuda externa pública. A su vez, los exportadores pujan por una devaluación mayor que le permita mejor ‘competitividad’ con la región, sin embargo la liberación del dólar significaría el aumento sustancial de la deuda nominada en dólares que constituye un 55% del total, lo que generaría un efecto de quiebra de las finanzas públicas, además de una disparada inflacionaria. La magnitud de la crisis plantea el desarrollo de enormes pugnas entre las distintas clases sociales, (y sus expresiones políticas) por una porción de la renta cada vez más reducida. La tendencia a la disgregación política esboza un cuadro de fuertes crisis políticas.
El gobierno del FA llega a este punto en un marco de fuerte cuestionamiento, golpeado por la gran huelga de docentes y trabajadores de la educación, con una aprobación que ha caído al 35% en un año, y al que se le suma el escándalo de la quiebra de Ancap y de la farsa del título del vicepresidente.
Un nuevo comienzo
El ajuste que viene desenvolviendo el gobierno encuentra sin embargo a la clase obrera ausente del proceso político general. La intervención de los trabajadores ha sido fundamentalmente a través de los sindicatos y se ha expresado de forma de reivindicaciones puntuales por sector, de un modo aislado, o incluso regimentada por la burocracia sindical. La intervención puramente sindical encuentra rápidamente sus límites. Es necesario avanzar en conclusiones políticas de conjunto para que la crisis no la paguen los trabajadores.
La intervención de la izquierda nucleada en Unidad Popular lejos de ser un canal para la defensa de los intereses de los trabajadores ha adoptado un rumbo que no tiene retorno; a la ruptura sectaria con los sindicatos, se le ha sumado la alianza con la derecha en las elecciones del BPS. Esta orientación pone de manifiesto su completa descomposición y fracaso como canal en la construcción de una alternativa política para los trabajadores.
Para hacer frente al escenario explosivo que se abre, es necesario que la clase obrera desarrolle una intervención política independiente en el proceso político, cuestionando la orientación de conjunto del régimen y aportando una salida política frente a la crisis. Por eso es preciso avanzar en la construcción de un gran partido de combate de la clase obrera, con arraigo en el movimiento obrero y estudiantil, en los barrios, en los movimientos de derechos humanos y de la mujer, y que se constituya como una verdadera referencia para el conjunto de los explotados. Esta es la tarea estratégica que luchadores tenemos por delante: dar un salto histórico en la conciencia política de la clase que está llamada a transformar el país en el marco de un doble derrumbe; de un lado, la fractura económica, política y social que atraviesa el país y, del otro, el agotamiento creciente de la experiencia del Frente Amplio.
Vamos por un nuevo comienzo para la izquierda, por la construcción de una alternativa obrera y socialista frente al derrumbe capitalista.
Hacia el Congreso
En el debate pre congresal que ya ha comenzado, deliberaremos sobre todas estas problemáticas, contaremos con diversas actividades públicas: debates, charlas, plenarios, agitaciones y un gran acto de apertura con la presencia de Jorge Altamira dirigente del Partido Obrero de Argentina. Además el 28 de marzo realizaremos una gran actividad con Savas Matsas dirigente del EKK de Grecia quien nos hablará sobre las perspectivas revolucionarias para Europa.
El Congreso del Partido de los Trabajadores, como ámbito de deliberación y resolución tendrá un carácter de refundación, en la medida en que se planteará nuevos objetivos para dar un gran salto en el terreno político y organizativo para enfrentar los desafíos que se presentan.
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