Javier Iglesias (*)
La designación de horas es el acto administrativo por el que los trabajadores docentes son asignados a los liceos, grupos de clase y cargos en que desempeñarán durante el año lectivo próximo. Sin embargo lo que debería ser una simple formalidad administrativa se ha transformado en verdadero calvario para los trabajadores y una herramienta para profundizar la precarización laboral y preparar el terreno para el desembarco del modelo “gerencial” en los liceos.
El funcionamiento de la elección de horas descansa en dos pilares: un orden de prelación documentado en el escalafón y las listas de interinos, por los que los docentes pasan a elegir su lugar de trabajo y que los cargos y horas de clase disponibles estén a disposición en el momento y lugar del acto de designación.Para cumplir con estos requisitos basta que las autoridades (responsables políticos y administrativos de la designación) apliquen la normativa vigente (Estatuto Docente, circulares, etc). Lejos de esto, las autoridades del CES han (des)organizado sistemáticamente la elección de horas, poniendo en práctica un manual entero de arbitrariedades y practicas por fuera de la norma. El objetivo de este proceder es reducir al mínimo la posibilidad de “elegir” para cada trabajador y su estabilidad laboral. Por ello, durante el transcurso de la elección se ocultan grupos y horas docentes en liceos del centro de la ciudad y de bachillerato, para que los que pasan a “elegir” solo puedan optar por liceos de la periferia o “contexto crítico”, violentando flagrantemente los derechos que protegen a cada trabajador. En la misma línea va la creación de “listas especiales” para trabajar en Áreas Pedagógicas, Aulas Comunitarias, Nocturno 2012, Cárceles, etc. Lo “especial” de estas listas es que se confeccionan desconociendo el escalafón y a partir de un llamado a interesados en el que una entrevista o carta intención es eliminatoria y suma más puntos que el título docente y en el que el coordinador de cada programa tiene la potestad legal de vetar al decente que le venga en gana y a ordenar la lista como le parezca mejor, tal como lo hace el gerente de cualquier empresa privada de nuestro país.
El avance de las políticas precarizadoras y el caos de la elección de horas han obligado a ADES FENAPES a incorporar la intervención sindical en este acto en una tarea central de su actividad, esto en el entendido de que solo su intervención puede generar y asegurar las garantías necesarias para salvaguardar los derechos laborales de los docentes.
En este tiempo la lucha sindical ha logrado conquistar el derecho a integrar las Comisiones de Elección de horas departamentales, en las que trabajadoras y el CES deben negociar la organización este proceso. Durante el año se ha trabajado para regularizar la Pautas que rigen la elección, poniendo por delante los derechos de los trabajadores docentes.
También se ha logrado democratizar el acceso al trabajo en los Programas Especiales, eliminando las “listas especiales” y defendiendo el criterio de que el escalafón y las listas son el único orden legal vigente para trabajar dentro de la ANEP. Estas conquistas se han ganado a través de la perseverancia y la confrontación con las autoridades y hacen que la designación de horas para 2015 esté revestida de un mejor marco político y legal que las anteriores. Sin embargo el problema todavía dista mucho de estar resuelto, el ocultamiento de grupos y cargos, la intención de mantener el criterio de “paquete” de horas para designar en los Programas Especiales – que imponen al docente la carga horaria que sirve al Programa e impiden que la elección de horas sea tal – y la prepotencia de las inspecciones, son problemas aún sin resolver. También es un obstáculo el papel de la burocracia sindical de FENAPES que utilizando su mayoría en el Ejecutivo de la Federación (14 en 15 miembros) ha acordado por anticipado la “paz sindical” con las autoridades, comprometiéndose a no “trancar” la elección de horas en ningún momento, pasando para un futuro indeterminado el estudio “caso por caso” de los reclamos y denuncias que los trabajadores presenten durante el transcurso del proceso.
En tal sentido, los trabajadores docentes, con nuestra militancia, batallando al mismo tiempo contra los que mandan y contra el oficialismo sindical, seremos nuevamente la garantía de que la designación se ajuste a derecho y respetando nuestros derechos laborales, es una tarea colectiva, humanamente desgastante y prolongada en el tiempo, pero absolutamente imprescindible, que es para todos y deberemos defender también entre todos.
(*) Integrante de la Directiva de Ades Montevideo y del
Comité Ejecutivo de FENAPES
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