¡Perdió el despotismo! Ahora los trabajadores debemos decir NO a la burguesía y al imperialismo
Los resultados del referéndum no son definitivos y, con toda probabilidad, van a ser objeto de debate durante al menos los próximos días. Las decisiones extremadamente controvertidas de la Comisión Suprema Electoral han proyectado una larga sombra sobre el referéndum, primero por la forma en la que se llevó a cabo la propaganda antes del día de la votación, con el dinero público y los canales de televisión usados sin restricciones en favor del “Sí” y con Erdogan ya actuando como presidente partidario, que es lo que se supone que debe ser sometido a votación en este referéndum; además, la campaña por el “No” fue atacada por las fuerzas del Estado y por matones cercanos al AKP [partido de gobierno] y al partido fascista MHP. A pesar de todo esto, las masas trabajadoras han demostrado que no van a aceptar el despotismo que se está imponiendo en Turquía. Al menos 24 millones de personas han rechazado el nuevo sistema.
La derrota es evidente en muchas áreas. En la última mitad del siglo el cambio siempre ha comenzado en las grandes ciudades de Turquía. El ascenso de [el ex primer ministro] Bülent Ecevit en la década de 1970 se inició en las tres grandes ciudades para llegar luego a las provincias. El propio Erdogan llegó al poder después de ganar Estambul y Ankara en 1994, casi un cuarto de siglo atrás. En este referéndum, las grandes ciudades, incluyendo las fortalezas del AKP, Ankara y Estambul, se negaron a dar su consentimiento para el cambio en la constitución.
El frente del despotismo puede haber ganado legalmente, pero políticamente fueron derrotados. La última vez que el pueblo de Turquía acudió a las urnas, el AKP recibió el 49,5 por ciento de los votos, mientras que su actual aliado, MHP, obtuvo el 12%. Su petición común de cambio constitucional obtuvo apenas el 51%,¡lo que obviamente implica una pérdida de 10 puntos porcentuales!
MHP ha sufrido un golpe terrible. Su líder Bahçeli ha llegado al final del camino. Junto con la pérdida de su único aliado y frente a la creciente inquietud en su propio partido, Erdogan también enfrenta la presión de TÜSIAD (1), el órgano principal del ala secular pro-occidental de la burguesía, que publicó una especie de advertencia cuando cerró la votación, antes de que se conocieran los resultados, exigiendo el fin del estado de emergencia, la independencia del poder judicial, la libertad de expresión, así como “reformas en el mercado laboral” y el alineamiento con las políticas de la OTAN. También se encuentra bajo la presión de los Estados Unidos, que mantiene al magnate iraní Reza Zarrab, rey de la corrupción en alianza con muchos ex ministros, como rehén para empujar al gobierno en la dirección que quiere EE.UU. (2).
La clase obrera de Turquía, así como todas las grandes masas laboriosas, se enfrentan a la amenaza de perder posiciones, derechos y beneficios adquiridos en el pasado. El AKP además presagia conflictos internos, e incluso la guerra civil, para el pueblo de Turquía. El gobierno de Erdogan envía los hijos de obreros y campesinos a morir en guerras que traen malos presagios a las masas trabajadoras. A la realidad de las guerras en el Medio Oriente, el AKP suma una creciente tensión con sus dos vecinos occidentales, Grecia y Bulgaria.
No nos inclinemos ni ante el AKP ni ante TÜSIAD. No dejemos que EE.UU. disponga a manos libres de Turquía simplemente porque Erdogan es su rehén. Cualquiera que sea la forma en que votaron en el referéndum, los obreros y trabajadores de Turquía necesitan unirse y decir ¡NO al fratricidio, NO al despotismo, NO a la explotación, y NO al imperialismo!
El DIP continuará la lucha contra el despotismo, la explotación y el imperialismo, después, al igual que antes, del referéndum, echando raíces cada vez más profundas en la clase obrera. Y en este esfuerzo, estirará el brazo a sus compañeros, a sus partidos hermanos, a todos los verdaderos marxistas revolucionarios y todas las fuerzas que luchan contra el capitalismo imperialista. Se buscará la solidaridad internacionalista no para recibir ayuda, sino para extender y recibir solidaridad contra los Trumps y los Erdogans, los Le Pens, los Orbans, los Dutertes y los Modis (3) de este mundo!
16 de abril de 2017
1. La asociación de empresarios monopolistas de Turquía
2. Reza Zarrab se encuentra preso en los Estados Unidos, por casos de corrupción que involucran a Erdogan.
3. Marine Le Pen es la candidata del Frente Nacional en las elecciones francesas; Víktor Orban es el primer ministro húngaro; Rodrigo Duterte es el actual presidente de Filipinas; Narendra Modi es el primer ministro de India.
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