Existe una polarización social a nivel mundial. De un lado el imperialismo con Trump a la cabeza y toda la ultraderecha acompañada y ayudada a ascender por los falsos izquierdistas como el FA de Uruguay, Cristina en Argentina, Maduro en Venezuela, Dilma y Lula en Brasil, etc.
Y por el otro lado, las enormes y abnegadas batallas que llevan adelante las mujeres trabajadoras y humildes por sus derechos y contra los femicidios, la de los obreros que salen a defender el derecho al trabajo y contra los despidos, los tercerizados que reclaman por no ser más mano de obra barata y precaria, la lucha de los inmigrantes, los negros, el pueblo pobre y todas las minorías.
Los picos más altos de esta guerra entre el imperialismo y la burguesía de un lado y los obreros, las trabajadoras y todos los explotados y oprimidos del otro, se manifiesta en la heroica lucha de los chalecos amarillos en Francia, en las rebeliones de Sudán, Argelia y el norte de África. En Latinoamérica en la huelga general que se prepara contra el ultraderechista de Bolsonaro, en Argentina en la crisis brutal del gobierno de Macri que es enfrentado con cientos de movilizaciones.
En Venezuela declaramos que en caso de intervención directa del imperialismo nos colocaremos del lado pueblo venezolano contra el imperialismo, sin dar el más mínimo apoyo político al gobierno de Maduro responsable del hambre y la represión que vive hoy el pueblo venezolano.
Denunciamos a Daniel Ortega en Nicaragua por la brutal represión y más de 500 asesinatos contra los trabajadores, campesinos y estudiantes que reclaman libertades democráticas.
En Uruguay
La crisis económica mundial golpea también a Uruguay y al gobierno del FA, que al aplicar los planes del FMI, el BID y el BM han llevado al cierre de fábricas, los despidos masivos, la rebaja salarial, a la devaluación y el sostenido aumento de la inflación. El FA que incorporó en sus filas a generales y patrones (que ellos llaman progresistas) y que catapultaron a los burócratas sindicales a cargos de gobierno,+ mostró su fracaso para los intereses de los trabajadores
El régimen de impunidad nacido en el pacto del Club Naval, acordado por el FA y la derecha, es hoy golpeado por una fuerte crisis. Todas las instituciones quedaron golpeadas y comprometidas al hacerse públicas las declaraciones de Gavazzo y Silveira que reconocieron que las FFAA torturaron, asesinaron y desaparecieron personas. Esta crisis continúa llegando al colmo, en momentos en que la justicia decide quitarle la tobillera al asesino de Gavazzo que apenas tenía prisión domiciliaria. Las destituciones militares, las renuncias políticas y acusaciones entre los propios dirigentes del FA, tienen explicación en la lucha sostenida por años contra la impunidad.
Los roces públicos de la dirigencia del PIT-CNT son parte de esta misma crisis. El hilo rojo que marca a estas peleas es la falta de una dirección política y sindical, una dirección que enfoque todas estas luchas hacia la revolución y el Socialismo.
En este marco se dan las elecciones internas y en octubre la elección nacional. Gane quien gane los trabajadores nos tendremos que preparar y organizarnos para la lucha y salir a las calles.
A partir de estos acuerdos generales, con la propuesta de abrir las listas a candidatos obreros e integrantes de otras organizaciones es que el Partido de los Trabajadores e Izquierda Socialista de los Trabajadores convocan a votar en las elecciones internas y las de octubre bajo el lema Partido de los Trabajadores, lista 1917.
Las posiciones no expresadas en este documento de acuerdo electoral, deja en total libertad de acción a las organizaciones, para llevarlas adelante las consignas que crea convenientes y publicarlas en nombre del partido que las defienda.
Programa
A diferencia de los charlatanes a sueldo de los patrones y los falsos izquierdistas que nos llenan de promesas, fantasías y mentiras desde la lista 1917 proclamamos:
No existirá ningún cambio dentro de este sistema social ni dentro sus instituciones corruptas, es necesario organizarnos para una enorme lucha unificada para imponer un gobierno de los trabajadores socialista, como parte de una Federación Socialista en América Latina.
Que el dinero para los cambios que proponemos deben salir del No pago de la Deuda Externa, de impuestos progresivos al capital, la eliminación de la zonas francas y el fin de la subvención a todos los capitalistas y la educación privada. A partir de allí proponemos:
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