La República Democrática de Congo ha sido objeto de la atención internacional, por una nueva escalada del sangriento conflicto entre facciones rivales, asociadas a diferentes grupos étnicos que expresan, además, la guerra imperialista en curso.
Las reservas de coltán presentes en Congo, representan en torno al 40% de la producción mundial de tántalo, un mineral fundamental para la manufactura de celulares, computadoras, autos eléctricos, material médico, entre otros aparatos.
El conjunto de minerales, tierras raras y oro, está valorado en unos 24.000 millones de dólares, siendo extraído en diferentes modalidades, -sobre todo en pequeñas minas explotadas por trabajo esclavo, a menudo infantil-distribuídas esencialmente en las regiones sur y este, focos del conflicto.
Más de 100 grupos armados se disputan el territorio congoleño, financiados por gobiernos, minas ilegales, cobro de tarifas por la explotación de los yacimientos bajo su control; enmarcado en un brutal vacío de poder central.
El Movimiento 23 de Marzo (conocido como M23), grupo armado que irrumpió en 2012 y que ha tomado la ciudad de Goma (capital de la provincia de Kivu), dice responder a la protección de la etnia tutsi de su exterminio. Tiene como fuente de financiamiento las explotaciones de los metales antes mencionados, que van a parar a la industria electrónica dominada por las potencias industriales -a pesar de los protocolos de trazabilidad que deberían existir. Asimismo, el gobierno de la RDC acusa al gobierno de Ruanda de apoyar y financiar a este grupo, para defender los intereses de empresarios ruandeses y extender sus fronteras.
Recordemos que empresas de Francia, China, Rusia, Estados Unidos tienen “inversiones” en la región, de donde obtienen productos vitales para la tecnología, cuyo mercado no para de crecer y se prevé lo triplique hacia 2030.
La MONUSCO: una operación de saqueo
En este marco, las potencias imperialistas -responsables últimas de la masacre de la población y del saqueo de todo el continente africano-, definieron a través de la ONU, incursionar en la RDC desde la década de los ‘60, cuando el país obtuvo su independencia de Bélgica.
El Consejo de Seguridad de este organismo, definió en 1999 dar un paso más, con la creación y envío una de las “misiones de paz” más costosas y extensas de la historia de las Naciones Unidas (renombrada en 2010 como MONUSCO), que tiene desplegados en el territorio unos 23.000 efectivos militares de países como Uruguay, India, Sudáfrica, etc. Sólo en los últimos años, se han registrado centenares de denuncias de abuso sexual, existencia de redes de trata de personas, torturas, asesinatos durante la represión de movilizaciones, etc. Este despliegue se financia con un presupuesto de 1130 millones de dólares anuales, aprobado por la Asamblea General de la ONU -un negocio muy importante para los empresarios, fundaciones y gobiernos beneficiarios.
A pesar de la retórica pacifista, sólo en el año 2022, hubo importantes protestas en Goma, exigiendo el retiro de la MONUSCO, a partir de la denuncia de su connivencia e inutilidad en la resolución del conflicto en curso. Estas movilizaciones se extendieron por varios meses, con un saldo de 170 heridos y una decena de muertos entre los protestantes, así como el traslado de las “fuerzas de paz” a la capital de la RDC. En 2023, la oleada de protestas contra la intervención militar de la ONU, arrojó cantidades similares de víctimas. Asimismo, es un fenómeno extendido: en múltiples países africanos se han organizado fuertes protestas contra estas fuerzas militares. El propio gobierno de Congo había anunciado sus intenciones de acelerar la partida de los ejércitos de la MONUSCO, prevista para 2024.
Cabe destacar que el personal civil y los voluntarios asociados a la ONU, rondan los 2600, para colaborar con la logística necesaria para enfrentar la catástrofe humanitaria en curso. Por tanto la ayuda humanitaria (que en su mayoría, depende de fundaciones privadas) es absolutamente insuficiente y los campos de refugiados son verdaderos cementerios donde cunde la violencia, las enfermedades y las hambrunas (el 80% de la población vive en la pobreza).
El gobierno es vasallo y cómplice de la ocupación
Uruguay actualmente tiene un destacamento de unos 800 soldados desplegados en la RDC (número que ha variado, llegando incluso a duplicarse), que son distribuidos en diferentes regiones del país africano. Durante los últimos veintitrés años, todos los gobiernos de Uruguay han fomentado la colaboración del ejército en esta política del imperialismo, a cambio de financiamiento de la ONU de una parte del presupuesto del Ministerio de Defensa.
El apoyo de los gobiernos ha sido tan explícito, que en 2023 el presidente Lacalle Pou participó en la cena navideña del Batallón Uruguay IV.
Sin embargo, tras la muerte del soldado Rodolfo Álvarez, la presencia de Uruguay en estas misiones “de paz”, vuelve a ser tema de controversia, habiendo incluso familiares de cascos azules exigiendo el retorno de las tropas.
Esta política intervencionista, no sólo ha sido ineficaz a la hora de poner un alto al fuego en más de 70 años, sino que ha agudizado las disputas por el control de las zonas más ricas. Al contrario de lo expresado por el presidente electo Yamandú Orsi (El Observador, 8/02), la situación no es “un poquito” mejor con las fuerzas enviadas por el imperialismo, de hecho, es una expresión de intervencionismo que debe ser repudiada, al igual que la barbarie que parece no tener límites.
Alto al fuego y expulsión de los explotadores
Sucede que los límites sólo los podrá fijar la acción organizada y consciente de las masas explotadas, con el objetivo estratégico de superación del colonialismo, por lo que nada hay que esperar de los Trump ni de los Putin.
En defensa de un alto al fuego, por la autodeterminación de los pueblos; contra el intervencionismo imperialista, el saqueo de los recursos; en favor de ayuda humanitaria necesaria para la reconstrucción del país.
Fuera los cascos azules de África y del mundo. Por el retiro inmediato de tropas uruguayas, Movilización internacional para detener la masacre y la expoliación.
Las últimas horas han sido prolíficas en movimientos políticos. El nuevo gobierno que asume en…
La actuación de La Gran Muñeca denuncia el genocidio en Gaza "...en Palestina sufre…
A movilizarnos contra las PPP y por la anulación del contrato con el Consorcio Aguas…
Tanto las acciones como declaraciones de Donald Trump en su primera semana de mandato pusieron…
Con la victoria de Trump en EE.UU. y su agenda (contra los inmigrantes, las mujeres,…
Solidaridad con la lucha contra los Milei y los Trump En un contexto internacional…