Cercanos al 1ero de Mayo y en vísperas del mayo del 68, los conflictos, las huelgas y las movilizaciones en Francia se profundizan, al conflicto de los ferroviarios, de los trabajadores en Air France, de los estudiantes y de los ecologistas, se suman pensionistas, trabajadores de la electricidad en protesta por despidos, y trabajadores del correo.
En un contexto en el cual los sindicatos mas reformistas involucrados en el conflicto, la CFDT y la UNSA, reclamaban al gobierno negociaciones reales y lo instaban a salir de su postura con la ilusión de una salida conciliadora, el gobierno anunció que ya no contratará empleados ferroviarios a partir de 2020 como un elemento mas de la reforma que Macron quiere llevar a cabo. Ante esta situación la intersidical compuesta por CFDT, UNSA, CGT y SUD decidió renunciar a la mesa de negociación con la ministra de transporte Elisabeth Borne y va a solicitar que las negociaciones se lleven adelante con el primer ministro Edouard Philippe entendiendo que es éste el que esta tomando las decisiones con respecto a la evolución del conflicto.
Movimiento obrero y burocracia sindical
Se vuelve importante a la hora de analizar las perspectivas del conflicto reconocer a las distintas fuerzas que están interviniendo. La lucha de los trabajadores ferroviarios viene desenvolviéndose mediante el método de parar dos días por semana hasta finales de Junio, este método esta siendo impulsado principalmente por la CFDT y UNSA, como parte de una postura de “negociación franca y sincera” con el gobierno, detrás de esta postura de apuesta a la negociación y la transacción con el gobierno y de huelgas parciales, se encuentra la intencionalidad de desgastar las luchas, como ocurrió durante la reforma laboral donde estos sectores de la burocracia sindical ocuparon un lugar clave para la victoria de Macron a la hora de hacer pasar la reforma. La estrategia de estos sindicatos esta siendo la misma por lo tanto que en la ocasión de la reforma laboral, sin embargo, la postura del gobierno sigue siendo la de no tranzar y aplicar la reforma a fondo y esta postura sumada a la decisión anunciada de no contratar mas empleados ferroviarios en 2020, desestabiliza a estos sindicatos cuyos discursos conciliadores no logran contrastar con la actitud del gobierno de ir a fondo. De otro lado, tenemos a la CGT que a pesar de que apoya este método de las huelgas parciales, esta sosteniendo un discurso de unificación de todas las luchas en curso para derrotar a Macron y sus reformas, contrario a la postura de la burocracia sindical de negociar una salida positiva para ambas partes. Por último tenemos al SUD Rail, el sindicato que ha llevado adelante la postura mas combativa defendiendo desde un primer momento la huelga indefinida, su postura además se ha basado en una propaganda activa hacia los usuarios del servicio, y en la defensa de la unidad de las luchas frente al gobierno.
La izquierda
La izquierda (PCF, NPA, etc), ‘acompaña’ la lucha de los trabajadores ferroviarios, pero no dirige. El NPA, caracteriza que las luchas no han podido unificarse por culpa de las dirección sindicales, y llama a la unificación de las luchas en abstracto, sin plantear bajo qué programa debe llevarse a cabo. Ha lanzado una operación de “unidad de la izquierda”, con el PC, Benoît Hamón (ex-candidato presidencial del PS que ahora ha creado su propio movimiento) y otras organizaciones. Con un programa reformista y conciliador, democratizante y desmoralizador, se vuelve a la vieja “unidad de la izquierda y de la izquierda de la izquierda”, como alternativa política al así llamado neoliberalismo. Es una vía sin ninguna perspectiva de lucha. En el planteo del NPA de la derrota del gobierno de Macron, se encuentra ausente la perspectiva de un gobierno de trabajadores. La postura tomada por el NPA evidencia el fracaso de la estrategia de formar “partidos amplios”, y la incapacidad de estos de estar a la altura de la situación planteada a nivel internacional y organizar una salida socialista a la crisis mundial.
Finalmente, Jean-Luc Mélenchon se opone a las organizaciones del movimiento obrero y a la lucha de clases, defiende al imperialismo francés, y se coloca en un espacio común con Podemos y Syriza, pretende ser -en solitario- la oposición política a Macron… para ganar las próximas elecciones. Ha adoptado una política divisionista y de autopromoción. Se niega a hacer del 1° de mayo una jornada unitaria de apoyo a la huelga ferroviaria y a las luchas y llama a un “acto” propio y divisionista… para el 5 de mayo. (Prensa Obrera, 22/4).
Una lucha de alcance internacional
La situación en la que se encuentra Francia tiene mucho para decirnos sobre la etapa en la que nos encontramos. La burguesía mantuvo la ilusión de que la victoria de la reforma laboral supondría una garantía de gobernabilidad clave y un posible episodio de fortalecimiento frente a la crisis política. Sin embargo un año después de la victoria de la reforma laboral vuelve a surgir fervientemente un escenario de cuestionamiento al poder del estado, con cada vez mas luchas desenvolviéndose, una creciente solidaridad entre ellas y la perspectiva en muchas de ellas de torcerle el brazo a Macron, lo cual según algunos analistas supondría una derrota que invalidaría al presidente para seguir llevando adelante mas reformas. Todo esto muestra que no nos encontramos frente a un simple debilitamiento de algunos gobiernos, sino que estamos frente a una crisis política de una profundidad enorme, producto de la descomposición capitalista y la crisis mundial. A pesar de que este escenario se esta expresando con mayor fuerza en Francia, también vemos este escenario de crisis política repetido en otros países de Europa e incluso de America Latina donde la derecha no logra hacerse de los recursos políticos necesarios para gobernar, o una vez en el poder no pueden llevar adelante el ajuste necesario sin provocar levantamientos populares, como esta ocurriendo actualmente en Francia. Estamos frente a una tendencia a la rebelión popular que se esta profundizando y que de seguir así puede abrir la perspectiva de una huelga general.
Estas características de la etapa deben ser comprendidas por los revolucionarios en Francia, ya que la necesidad de un partido obrero, revolucionario, que oriente estas luchas con un programa socialista se hace cada vez mas visible y se vuelve cada vez mas un factor mas importante. El fantasma de un nuevo Mayo Francés espanta a la burguesía.
Por la victoria de la clase obrera francesa.
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