Educación: el IAVA debe triunfar

Más que “un ejemplo”, una perspectiva

Los estudiantes que integran el gremio del IAVA han demostrado tener en claro cuáles son los métodos con los que se enfrentan las arbitrariedades y los atropellos de las autoridades. Su accionar interpela al conjunto del movimiento obrero y a la juventud, donde no se ha logrado romper con el dique de contención del accionar de la burocracia sindical, frente a temáticas tan trascendentes como la reforma de las jubilaciones, por ejemplo.

Tras diferentes escaramuzas con los cuerpos inspectivos (que han tenido actitudes prepotentes y de hostigamiento hacia ellos), este año comenzó con un conflicto por la permanencia en el salón gremial (de dónde los querían expulsar, con la inverosímil excusa de construir una rampa de acceso que ya existe), lo cual se suma a las eternas reivindicaciones relacionadas a la infraestructura y necesidad de contar con un adecuado equipo multidisciplinario (psicólogos, psicopedagogos, trabajadores y educadores sociales). Asimismo, la separación del cargo del director del liceo producida el día miércoles 11 de abril, provocó un salto en calidad en el enfrentamiento con las autoridades de la educación, involucrando al conjunto del sindicato docente de Montevideo (Ades resolvió 48 hs de paro, ocupación del IAVA y asamblea) en una primera instancia y posteriormente a la Federación Nacional de Profesores (que definió un paro de 24 horas).

Asimismo, el alcance del conflicto se amplió al punto que todos los sindicatos de la educación convocaron y participaron de las movilizaciones, en varios casos, incluso con paralización de actividades.

En la puerta del IAVA, se hicieron presentes diferentes dirigentes del FA (que, padeciendo de amnesia, no hicieron mención al violento desalojo del CODICEN en 2015). Intentan identificarse con un accionar opuesto a su táctica electoralista, un intento de lavado de cara de ciertas figuras, así como de recolectar los frutos (en clave electoralista) de un importante movimiento en curso. En otros casos, la movilización fue casi un hechizo de nicromancia política.

¿Cómo seguir?

Llegados a este punto, es necesario advertir ciertos límites: si el movimiento de lucha en curso no empalma con reivindicaciones más generales, de tipo programático, puede estar condenado a perecer por el aislamiento que sufre. La burocracia sindical intenta enaltecer el accionar de los jóvenes, al tiempo que busca aislarlo; ante esto, seamos claros: el conflicto en el IAVA sólo se explica en el conjunto de ataques que, sistemáticamente, reciben los trabajadores y sus familias, en este caso, reflejados en la prepotencia de las autoridades y completo abandono del local liceal, por falta de presupuesto.

En este sentido, la reacción ante la persecución política, demuestra la existencia de una reserva de lucha dentro de los sindicatos de la educación, que será fundamental para las luchas que están por venir a nivel presupuestal y político (las autoridades mantienen incambiada su posición respecto al sumario).

A nivel político, debe hacerse pública y dar continuidad a la exigencia de renuncia de Jenifer Cherro y Robert Silva, responsables políticos del caos de inicio de cursos (más de 20.000 horas sin asignar aún en abril, que se suman a las 60.000 que fueron recortadas), de la negligencia respecto al estado de la infraestructura en los liceos (se podría empapelar las oficinas centrales con notas de los núcleos sindicales reclamando obras nuevas, reparaciones y mantenimiento), la falta de equipos multidisciplinarios (los escasos psicólogos que se están designando, aún no han comenzado, a un mes y medio de comenzado el año lectivo), lo que se suma a la prepotencia, el avasallamiento de los mínimos derechos laborales, etc. Entonces, “fuera Cherro y Robert Silva” se convierte en una consigna de vital importancia.

Por un lado, la reforma de las jubilaciones y de la educación son dos frentes de vital importancia para el conjunto del movimiento obrero: al punto que esto es reconocido por el propio gobierno, que coloca ambas políticas como el centro de su programa político. En este punto fundamental estriban los ataques, las injurias y la puesta en funcionamiento de verdaderas campañas mediáticas contra los docentes y estudiantes: para “pasar” esta reforma, deben destruir su oposición.

Para enfrentar la reforma de las jubilaciones, los despidos completamente abusivos (como en Acodike y Riogás), la persecución a los jóvenes y a los docentes, el PIT-CNT debe resolver un plan de lucha que oponga el accionar verdaderamente unitario de los obreros, al ataque del gobierno a las más mínimas libertades burguesas. El conjunto de estos problemas, debe estar en las discusiones diarias de los trabajadores y en el debate en las asambleas.