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Discutamos un programa de los trabajadores

Según los datos del Instituto de Estadística la tasa de empleo continúa en una situación oscilante y decreciente, fijándose a setiembre en un 56.5%. La tasa de desempleo por su parte marca un crecimiento en lo que va del año, situándose por encima del 8.5% (un punto por encima de setiembre de 2017).

La crisis instalada a nivel mundial, con una sobreproducción que no encuentra mercado, y una guerra comercial cada vez más acentuada entre EEUU, China y la Unión Europea, repercute evidentemente en todos los rincones del planeta. En nuestro país, el cierre de industrias se acentúa, al igual que el envío a seguros de paro, aumentando el desempleo. El gobierno busca acuerdos internacionales que no puede cerrar, y su alternativa es captar inversiones en zonas francas, donde las empresas hagan su negocio sin pagar ningún impuesto, para luego llevarse las ganancias fuera del país. Además, buscan garantizar la ‘paz sindical’ a estas empresas cerrando acuerdos con el PIT-CNT, en donde los trabajadores quedan atados ante los abusos de las patronales, tal el caso de UPM.

Las cámaras empresariales y los más amplios sectores de la burguesía reclaman achicar el costo del Estado. Traducido en términos prácticos significa la eliminación de vacantes en las empresas y reparticiones del Estado, rebaja salarial y aumento de tarifas públicas. En tanto, se mantienen o incluso incrementan las subvenciones y exoneraciones a los capitalistas y se paga religiosamente la deuda externa. El Frente Amplio cumple.

Las privatizaciones en el sector público, así como las tercerizaciones en el privado, vienen de la mano de la rebaja salarial y el ataque a las condiciones de trabajo. Tal es el caso del puerto, donde la situación llega a extremos y la desregulación es absoluta. El aumento de las privatizaciones disminuye las plantillas en las empresas del Estado, buscando dividir a los trabajadores, mientras se reduce el salario. Esto forma parte de un plan de ajuste en el que se asegura la ganancia a los capitalistas y se precariza la situación de los obreros bajo la excusa del mantenimiento o la generación de empleo.

El PIT-CNT consciente de esta situación toma partido por el gobierno. La corriente sindical oficialista Gerardo Cuesta insiste con el ‘bloque social y político de los cambios’, defendiendo la gestión de un gobierno que a todas luces aplica el ajuste, ataca a los sindicatos, y paga la deuda externa. Las otras “corrientes” si bien plantean críticas al gobierno, no logran dar una discusión y una lucha más de fondo, y dejan pasar la oportunidad de la unificación de los conflictos en la Rendición de Cuentas, la ronda de Consejos de Salario más grande de los trece años de gobierno del FA, y la renovación del convenio colectivo de la Mesa de Entes.

Pese a la alarma y el miedo que se intenta instalar con respecto al ascenso de la derecha, por la vía de los hechos se avanza en un ataque a los trabajadores sin la necesidad de una reforma laboral como la de Brasil o Francia, y lo que es peor, se anuncia una reforma del sistema previsional al estilo Macri. Marina Arismendi decía entrevistada por ‘El Espectador’: “Las políticas sociales son las que diferencian a un gobierno de izquierda del que no lo es”. En definitiva lo que hace es decir que no son las diferencias a nivel económico, ni mucho menos las transformaciones más estructurales de las relaciones de producción. El agotamiento del FA es evidente, ya no puede demostrar con claridad la diferencia con los gobiernos blancos y colorados.

Hagan sus apuestas

La disputa electoral para el 2019 nuevamente se dará entre variantes del capitalismo. La derecha tradicional envalentonada con los resultados en Brasil y Argentina -por no mencionar a EEUU-, y el FA con su discurso de los fantasmas de tiempos pasados. Sin embargo, todas estas fuerzas coinciden en el ajuste,  aunque tal vez no en la forma de aplicarlo, y en mantener un rumbo económico que asegure los márgenes de ganancia a los empresarios, el pago de la deuda externa y el consiguiente aplauso de los organismos internacionales.

La necesidad de ubicar a Andrade como precandidato es evidente. El FA no es una alternativa política de salida de la crisis para los trabajadores, por tanto necesita colocar un candidato de la clase obrera como figura en disputa en lo discursivo con las resoluciones de su propia coalición. Esto al tiempo que su propio partido vota en el parlamento la rendición de cuentas o el ingreso de las tropas yankees. De todas formas, su aparición pública y su reconocimiento popular por ser dirigente sindical, a pesar de ser un burócrata que ha acolchonado al gobierno y acordado la entrega a UPM, lleva a generar expectativas en los sectores obreros desencantados con el FA. Más allá de esto no hay que dejar de señalar que no hay posibilidades de que sea Andrade el candidato del FA a las próximas elecciones, cuestión que nunca aceptaría la burguesía ni por supuesto la propia coalición. Por lo que, como se ha dicho en el artículo “Andrade, ¿el Lula Uruguayo?”, será un rastrillo de votos al mejor estilo Constanza Moreira en el 2014. 

La perspectiva para los años venideros plantea un escenario de crisis más profunda, sea quien sea el que llegue al gobierno. La presión de la burguesía y de los organismos internacionales en cuanto a la flexibilización laboral, el ataque a los salarios, así como el ingreso más profundo en la participación de las empresas públicas, marcarán un proceso mucho más intenso de ajuste  pautado por suba de tarifas, desempleo y rebaja salarial. Es necesario un amplio debate de los trabajadores y estudiantes para la construcción de una alternativa obrera y socialista que nos permita luchar contra la precarización de la educación, la salud, y el salario, y por la defensa de los recursos naturales y los servicios públicos.

Apostemos a nuestra clase

Llamamos a toda la izquierda, a los obreros y estudiantes, a comenzar un proceso de asambleas abiertas para enfrentar el ajuste imperialista, a discutir el programa de los trabajadores y plantear la lucha en las calles.  Es necesaria la construcción del partido revolucionario para enfrentar la barbarie capitalista.

Matias Arbizu

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Matias Arbizu

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