El Partido de los Trabajadores repudia el bombardeo sobre Siria que perpetraron los gobiernos imperialistas de Trump, la inglesa May y el francés Macron, con el pretexto de que los gobiernos de Bashar al-Assad y Putin han vuelto a utilizar armas químicas contra la población civil.
El bombardeo imperialista tuvo inmediato apoyo político de los gobiernos capitalistas ‘neoliberales’ y ‘progresistas’ de América Latina. Temer y Macri avalaron en la reciente “Cumbre de las Américas” la acción militar del imperialismo.
Denunciamos al gobierno uruguayo que votó a favor de una resolución contra Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU que impulsó Trump, y que respalda la intervención militar extranjera. El alineamiento de Vázquez con Trump también se expresó en la ofensiva diplomática y comercial contra Venezuela y su gobierno en la “cumbre” que insinúa la preparación de una eventual invasión militar para aplicar los planes del imperialismo.
El año pasado, con pretextos similares, Trump lanzó decenas de cohetes a Siria en una única operación, luego de advertir de ella a Rusia, que retiró la aviación en forma anticipada.
Ni las denuncias del año pasado ni la reciente acusación contra Rusia de haber atentado contra la vida de un agente doble con productos químicos en un poblado de Gran Bretaña, han sido comprobadas de un modo eficaz. Lo mismo está ocurriendo ahora. Se trata de una provocación que busca funcionar como pretexto para extender la guerra en Siria. Inclusive para Putin, que se vale de las masacres como método de gobierno, no se explicaría que utilice el arsenal químico en una guerra que está ganando, y cuando su contraparte norteamericana, Trump, se encuentra enfrascado en una crisis interna, debido a la oposición del Departamento de Estado y del Pentágono a su planteo de retirarse de Siria.
La denuncia de la utilización de armas químicas en Douma forma parte, posiblemente, de una falsificación propagandística o de que los acusadores hayan usado a la milicia islámica que se encontraba hasta hace poco en el control de Douma -Jaish al-Ilan-, para ejecutar la masacre bacteriológica. Al día siguiente de los hechos, Israel bombardeó bases del gobierno sirio y de las milicias de Hezbollah e Irán en Siria, lo que fue interpretado como una advertencia a Trump para que no se retire militarmente de Siria.
El Estado sionista ya ha bombardeado más de cien veces el terrino vecino desde el estallido de la guerra civil. Sus acciones, sin embargo, han sido autorizadas por su ‘enemigo’, Rusia, que controla el espacio aéreo de Siria. La guerra internacional en territorio sirio es innegable: intervienen con sus ejércitos o milicias, Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia, Turquía, Irán, Israel, así como Arabia Saudita, Qatar y Egipto, por medio de milicias interpuestas.
Mientras ocurren estos crímenes de guerra, la gran prensa de estos países sigue promoviendo ante la opinión pública la ‘vocación pacifista’ del imperialismo y los poderes reaccionarios en presencia. La masacre de población civil se estima entre 350 mil y medio millón de personas, y los refugiados en varios millones.
Trump autorizará la ocupación de todo el norte de Siria por parte de Turquía, para que el ejército de este país oficie de agente del imperialismo contra la presencia de Rusia. Putin hace lo mismo, como que ha autorizado a la aviación de Turquía a bombardear la región y proceder a ocupar la ciudad de Afrin, de mayoría kurda. Los enfrentamientos militares se combinan con las disputas intestinas de cada bloque, en una carnicería infernal contra los pueblos. La guerra le ha dado a Israel un derecho de supervisión e injerencia ‘de facto’, que será usado para expulsar por completo a los palestinos de su territorio histórico. El sionismo se ha lanzado a la aventura de un ‘gran Israel’, como opresor de primer orden de un océano de pueblos árabes circundantes y, por lo tanto, a guerras y sufrimientos sin paralelo.
Esta guerra envuelve al mundo entero. Si se imponen los Trump, May, Macron o Merkel, se fortalecerá la precariedad laboral y social del proletariado de Estados Unidos y Europa -o sea la miseria sin fin. Putin y los ayatollahs, castas capitalistas reaccionarias y opresoras, saben que no tienen ninguna posibilidad de victoria frente al imperialismo mundial; por eso buscan una ‘arreglo’ imposible con el imperialismo -como lo demuestran los repetidos intentos en Siria y demás países en guerra, y todos los intentos similares en Ucrania y en los territorios musulmanes en disputa de la ex Unión Soviética.
El Partido de los Trabajadores llama a los trabajadores, estudiantes y organizaciones populares, al PIT-CNT, FEUU, FUCVAM y a las organizaciones de izquierda a convocar una movilización del pueblo uruguayo contra el imperialismo y para derrotar las guerras imperialistas y reaccionarias.
Partido de los Trabajadores
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