1-El Partido de los Trabajadores señala que la disputa entre el gobierno y las patronales ‘del campo’ es una pelea entre dos sectores capitalistas que defienden intereses antagónicos a los trabajadores. Disputan la enorme torta que crea el trabajo de los obreros del campo y de la ciudad, el que agacha el lomo en la finca o en la chacra, y el que se gasta las manos y los ojos en la industria o el comercio.
2-Denunciamos la agenda capitalista de las movilizaciones de las últimas semanas en el campo. La devaluación, la exigencia de mayores subsidios y recortes del gasto social, expresan un ataque a la clase obrera del campo y la ciudad, pues constituye una transferencia del bolsillo obrero a los terratenientes y grandes capitalistas del campo. Exigen una profundización del ajuste sobre la verdadera clase productora de este país, los trabajadores. El programa que levantan representa los intereses de la gran burguesía agraria, no de los pequeños productores familiares.
3-Denunciamos al gobierno nacional como responsable del fracaso de una política fondomonetarista que ha beneficiado a los acreedores internacionales con el pago de la deuda externa, a UPM y al gran capital sojero, forestal y ganadero, mediante subsidios y exoneraciones fiscales (zonas francas), con privatizaciones (Ley de Riego), sucesivos tarifazos y ajustes contra las clases explotadas
4-Asimismo, advertimos que el gobierno y el Frente Amplio son los responsables de preparar el giro derechista que expresan las movilizaciones y el acto en Durazno. En primer lugar, a partir de toda la legislación represiva (decreto anti-piquetes, esencialidad, prohibición de ocupaciones) que constituye un arsenal que luego utilizará el “macrismo” uruguayo contra el movimiento obrero. En segundo lugar, por su política de ataque a las condiciones de vida de las grandes masas laboriosas.
5-La clase obrera debe abrir un camino independiente de ambos bloques patronales para que la crisis la paguen los capitalistas.
La nacionalización y expropiación de los grandes latifundios y su explotación colectiva es la única salida que tienen los obreros del campo y los pequeños productores frente a su inevitable ruina. Abajo el tarifazo y los impuestos al salario; por impuestos progresivos al gran capital y aumento general de salarios a un mínimo de $35.000. No al pago de la deuda externa e incremento presupuestal para salud, educación y vivienda. Abajo la Ley de riego y todas las privatizaciones. Reestatización de todo el sistema previsional, bajo control de los trabajadores. Eliminación de las AFAP.
Por un Congreso de bases del movimiento obrero. Sólo un movimiento obrero independiente del gobierno puede plantear una salida progresiva; que el PIT-CNT rompa con el gobierno.
Se ha abierto una crisis política de orden general, que los luchadores debemos aprovechar para organizarnos en una fuerza independiente masiva y ganar a nuestra lucha a los explotados de la ciudad y del campo.
23 de Enero de 2018
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