Dos semanas de huelga de los trabajadores bancarios
Los trabajadores bancarios ingresaron en la segunda semana de huelga en reclamo de un aumento salarial que contemple la inflación acumulada (9,5%) más un 5% de aumento real, así como mejoras en las condiciones de trabajo.
La medida asombra por su contundencia: un informe del diario O Globo del 20/9 que registra la situación estado por estado indica que en casi todos ellos más del 70% de las sucursales adhieren a la huelga.
Finalizada la primera semana de la medida de fuerza, la cámara patronal realizó una propuesta de aumento del 7%, que fue rechazada por estar debajo de la inflación. Los bancos argumentan que el país se encuentra en crisis, pero los trabajadores han puesto de relieve las fabulosas ganancias que aquellos amasaron en el último tiempo, incluyendo las administraciones ‘progresistas’ de Lula y Rousseff. En palabras de un referente del Sindicato de los Bancarios de San Pablo, “los banqueros no tienen crisis, visto los beneficios que han obtenido en los últimos años. Si tomamos los balances de los mayores bancos brasileños en los últimos seis meses, lo que vemos son beneficios cada vez mayores” (Correio da Cidadania, 14/9).
La crisis brasileña, en verdad, intenta ser descargada por el gobierno y las patronales sobre los hombros de los trabajadores.
El gobierno impulsa un paquete de medidas antiobreras que incluye la elevación de la edad de retiro y una reforma laboral flexibilizadora que “legaliza la contratación temporaria incluso por pocas horas y permite ampliar la jornada de trabajo de 8 a 12 horas diarias” (Página 12, 10/9), manteniendo la jornada de 44 horas semanales pero adecuando su distribución a los caprichos de la patronal.
Por este motivo, los metalúrgicos del ABC paulista preparan una jornada de lucha para el 29 de septiembre.
En medio de esta ofensiva capitalista, la huelga de los bancarios reviste particular importancia para el movimiento obrero y el pueblo brasileño, que enfrenta en las calles a Temer.
La impopularidad del presidente golpista quedó en evidencia en las multitudinarias manifestaciones que reclamaron “Fuera Temer”.
La CUT elude, sin embargo, la convocatoria a la huelga general para quebrar el ajuste y el PT intenta circunscribir las movilizaciones al reclamo de nuevas elecciones.
Ambos se comportan, así, como un factor de aseguramiento de la gobernabilidad.
Por el triunfo de los trabajadores bancarios. Fuera Temer. Por la huelga general para quebrar el ajuste.