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Boric, ‘el presidente de los chilenos y chilenas’

Con un 55.87% de los votos emitidos, el frenteamplista Gabriel Boric se impuso en el balotaje presidencial contra el 44,13% de los votos del ultraderechista José Antonio Kast. La participación electoral marcó un récord histórico con un 55,65% (8.364.534 electores sobre un padrón total de 15.030.974), superando casi por 800 mil votos la participación del plebiscito de abril 2020 (50,95%).

En el cierre de la jornada, Boric instaló su escenario en la Plaza de la Dignidad, el ícono de la lucha callejera de la rebelión. Desde allí dio su primer discurso como presidente electo. Una movilización de decenas de miles de personas repletaron la Alameda.

El día de hoy, la Bolsa de Santiago abrió con un alza histórica del dólar de un 3% ($872 chilenos). Por su parte el precio del cobre cayó un 1,2% en la Bolsa de Metales de Londres. Al momento de escribir este artículo, los diarios financieros reportaron una recuperación del peso chileno en torno al 1,75%.

No es lo que se vaticinaba para un triunfo, encima tan amplio, de Gabriel Boric.

El balotaje en las regiones

En comparación a la primaria de noviembre, Boric logró capturar los votos de la mayoría de las regiones del norte del país, donde había ganado el ex candidato de derecha Franco Parisi. En la única región del norte en que ganó Kast fue en la Región de Tarapacá, con un 51,29% de los votos, y su favoritismo aumenta en las comunas interiores de Tarapacá (58%) y Parinacota (68%), que han sido foco de migración venezolana. Según la encuesta oficial Casen, Tarapacá es una de las comunas donde más creció la pobreza durante la pandemia (14%) y la desocupación (50%). A eso obedeció la campaña de Kast contra ‘los migrantes que le roban el trabajo a los chilenos’.

En el sur del país, el balotaje estuvo más peleado. Kast mantuvo el primer lugar con un 55,39% promedio entre las regiones del Maule, Ñuble, el Biobío y la Araucanía, que se encuentran militarizadas por el conflicto mapuche.

En la Región Metropolitana de Santiago, Boric arrasó con un 60,33% de los votos, y superó el 70% en las comunas más pobres como Los Espejo, La Pintana y Puente Alto. Estas fueron las mismas comunas donde el gobierno saboteó el transporte público. Kast ganó solamente en las comunas más adineradas, llegando a un 83% en Vitacura. A pesar de la ‘convergencia’ entre los planteos electorales de uno y otro candidato, la delimitación social fue simplemente brutal –como ocurriera en las recientes elecciones en Perú-.

El boicot de Piñera

La participación electoral durante la mañana aumentó un 40% en relación a la del plebiscito del Apruebo/Rechazo. A partir del mediodía, sin embargo, el Ministerio de Transporte saboteó la salida de los colectivos, y los electores agolpados en las paradas debieron esperar hasta tres horas para conseguir transporte público.

Aunque desde La Moneda desmintieron cualquier boicot y señalaron que habían aumentado la disponibilidad de colectivos para toda la región Metropolitana de Santiago, varios medios independientes sobrevolaron con drones las terminales y mostraron centenares de colectivos estacionados en el interior. Algunos choferes entrevistados por medios, como CNN o Televisión Nacional de Chile, desmintieron que las patronales que tienen las licitaciones del transporte hubieran convocado a más choferes para garantizar la movilidad de los electores. Frente a estas denuncias, el Servicio Electoral llamó a no cerrar las mesas mientras hubieran electores esperando afuera de los establecimientos educacionales, pero muchos electores denunciaron por redes sociales que no alcanzaron a votar.

Otra situación -que fue percibida negativamente en las redes sociales- fue que José Kast amenazó con impugnar la votación ante el Tribunal Constitucional Electoral si los resultados eran estrechos. Esto no ocurrió; durante la noche se tuvo que acercar hasta el búnker de Apruebo Dignidad para ‘felicitar’ a Boric.

El presidente de “todos los chilenos y chilenas”

Gabriel Boric llegó cerca de las 22 horas a su acto en Plaza Dignidad. Se aproximó en un auto que se abrió camino entre la movilización y, cuando ya no pudo avanzar más, se bajó para caminar entre la multitud y saltó las vallas de seguridad frente al escenario para subir. La performance fue celebrada por los medios, que creyeron advertir en el gesto una escenificación que dejaba atrás los planteos políticos.

Durante el discurso, Boric sustituyó los sustantivos de “compañeros y compañeras” por el de “compatriotas” y “chilenos y chilenas”, un cambio que se produjo entre la primera y segunda vuelta. Cuando Piñera llamó a Boric para felicitarlo a través de cadena nacional, le señaló que deberá ser el presidente de ‘los que lo votaron, los que votaron por Kast, y de los que no fueron a votar’. Desde el escenario, Boric agradeció a José Antonio Kast por haber participado de este ‘acto de democracia’. El público contestó con un abucheo.

Como en un duelo, los asistentes del acto siguieron respondiendo al discurso de Boric e incluso obligaron al candidato electo a responderles. En una ocasión, el público cantó “liberar, liberar, a los presos por luchar”, el mismo que es utilizado en las manifestaciones para exigir la liberación de los más de tres mil presos políticos de la rebelión popular de octubre 2019, a lo que Boric respondió “he hablado con las familias”. Durante su campaña señaló que el indulto por ningún motivo puede beneficiar a los manifestantes que protagonizaron acciones de violencia y saqueos. No se refirió al conflicto mapuche por el derecho a la tierra, aunque sí lo hizo para reivindicar el derecho a la ‘diversidad cultural’ de los ‘pueblos originarios’, cuando lo que estos exigen es recuperar sus tierras confiscadas.

El otro contrapunto importante fue cuando los asistentes clamaron “No más AFP”, a lo que Boric contestó: “las AFP son parte del problema, y vamos a defender un sistema público, autónomo, sin fines de lucro y sin AFP”. El programa de campaña de Boric plantea una transición “sin atajos” del sistema de pensiones, que establece, entre otras cosas, una Pensión Básica Universal (PBU) a cargo del Estado para aquellos jubilados que no tengan aportes. En este contexto también se refirió al compromiso de aumento de salarios y la ‘lucha contra la pobreza’. La cuestión AFP sigue en la nebulosa.

A lo que Boric le dedicó especial tratamiento en su discurso fue a los derechos reproductivos de las mujeres junto con las diversidades sexuales, como si tuvieran un idéntico carácter histórico y social. Se embanderó con los DDHH y vitoreó junto al público “justicia, verdad, no a la impunidad”. Declaró que ‘nunca más un presidente debe declararle la guerra a su pueblo’. A la Convención Constitucional le dedicó breves palabras de tutela. Dijo que es un espacio que ‘se debe cuidar’, y que la próxima Carta Magna debe ser de ‘encuentros y no de división’. No explicó el ‘encuentro’ entre quiénes, ni cuáles son las líneas divisorias que no lo conforman.

El resultado electoral dejó planteada diversas cuestiones. En primer lugar, que una parte del triunfo de Boric se debe a que quienes se abstuvieron en primera vuelta fueron a votar para derrotar a Kast. Segundo, el porcentaje de votos obtenidos por Kast es el segundo récord que ha conseguido la derecha desde la partida de Pinochet. Esto lo deja a Kast como el principal líder de la oposición.

Tercero, Boric probablemente suba a su gabinete al PS, e inclusive a la DC. Aunque la DC ha perdido militantes y representación en el Congreso, sigue siendo, de alguna manera, uno de los principales ‘dialoguistas’ y ‘mediadores’ entre las fuerzas políticas.

La suba de la Bolsa al día siguiente del resultado tiene varios significados. Uno, como dijo Michele Bachelet, alta figura de la “comunidad internacional”, el peligro para la estabilidad de Chile lo representaba Kast, que habría podido ganar debido a la abstención. Boric, por el contrario, es la primera opción para ‘restablecer el orden”. Todo el discurso de Boric estuvo dirigido a atender este interés de los círculos económicos y políticos de Chile y de afuera de Chile. Boric ha aprendido muy joven a oficiar de piloto de tormentas. En su condición de dirigente del Frente Amplio dio toda la cobertura a la convocatoria de una Constituyente condicionada y además cercenada en sus derechos soberanos más formales. Fue una pieza de la gobernabilidad en lo más caliente de la rebelión popular. Se valió de este rol para presentarse como quien ‘impuso’ que la Convención fuera convocada a pesar de los obstáculos de la derecha. Es una especie de Pablo Iglesias, el español que llevó a los ‘contestatarios’ al gobierno anti-obrero de Pedro Sánchez, como ahora Boric traerá a su gabinete a los partidos de la ex Concertación. Junto al partido comunista, que consiguió poner en segundo lugar, intentará organizar un Frente Popular de derecha, que se amoldará a la evolución de la crisis chilena y sus diversas circunstancias.

Javiera Sarraz

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