En el gremio bancario hay elecciones a fines de abril. Lo peculiar de esta elección esque prácticamente todas las listas –con excepción de la minoría combativa– intentaron concretar alianzas electorales. Incluso se llegó a hablar de una lista única frenteamplista (para la cual ya se contaba con el número 1971) para enfrentar a los “radicales”. La lista 17 (PCU, aunque también la integran dirigentes vinculados al FLS) intentó acuerdos con la 98
(Articulación y PS), con la 33 (Hugo Pío) y con la 1955 (MPP). Finalmente todas estas tentativas (y muchas otras más) fracasaron, y todas estas listas irán dispersas y dividas,en un cuadro en que algunas de ellas sufrirán un revolcón electoral: particularmente la 1955, la 17 y la 575 (que se presentaba como “joven” y “renovadora”) están brutalmente debilitadas. En este contexto, se está ante la posibilidad de producir un gran reagrupamiento de compañeros que se oponen cada vez más al sometimiento de la dirigencia bancaria frente al gobierno, así como al permanente abuso de la mayoría que no sólo desconoce asambleas sino que viola abiertamente los estatutos (postergación y levantamiento de elecciones en los bancos más importantes).
Este reagrupamiento sólo puede producirse si se golpea sistemáticamente sobre la base, sacando todas las conclusiones de la experiencia recorrida en el último convenio de la banca oficial. Y también mostrando el sometimiento de la burocracia sindical a un nuevo mazazo contra los bancarios privados, como es el pasaje de 150 compañeros del Bandes al BROU, con rebaja salarial incluida, luego de un acuerdo del gobierno con el gobierno de Venezuela. A todo esto se suma la “digitalización” del Clearing que apunta a debilitar este verdadero bastión sindical. El clearing de cheques pasará paulatinamente a manos de la bolsa electrónica de valores, por lo que quedaría “blindado” frente a futuras acciones sindicales. Esta privatización parcial es aceptada por la dirigencia de AEBU (de hecho Juan José Ramos, fallecido líder de la 98, la había impulsado hace ya varios años).
Lamentablemente, en esta situación se produjo el desgajamiento de los compañeros de la lista 319 del BHU y la ANV, a raíz de diferencias secundarias, los que presentarán lista propia (con muy pocas chances de obtener un cargo en el consejo de banca oficial –difícilmente superen la mitad de los votos necesarios).
Los compañeros que orientan esta agrupación son independientes, y tienen la ilusión de que algunos sectores ahora los voten (supuestamente hasta ahora no lo hacían porque tenían un perfil demasiado ligado a la lista “radical”). La obtención de “votos moderados” no podría concretarse sin un giro político, no alcanza con cambiar de número. Y ese giro sólo podría ser hacia un mayor acercamiento a la actual mayoría sindical. Sin embargo, una parte importante del propio electorado de la 319 se sentiría defraudado si ese fuera el derrotero de estos compañeros. La ruptura refleja un estado de confusión y sólo puede agregar más confusión. Esperamos que el balance de las elecciones abra una etapa de reflexión y los compañeros de la 319 vuelvan a conformar un firme bloque de oposición a la burocracia junto al resto de las listas combativas del BROU y el BSE.
Pero la novedad más interesante de esta elección es que se conformó una lista, la 639, que agrupa a la 810 y la 7987 (ya integradas ambas en un mismo agrupamiento) pero a las cuales se han sumado compañeros que han roto con la 17 y la 1955, e incluso algunos con la 575. Por primera vez la oposición a la burocracia sindical tendrá expresión en la banca privada: se presentó una lista al consejo del sector privado, con la expectativa de obtener un lugar en el mismo. Pese a la escisión de la 319, la 639 aparece creciendo en el BROU y en el BSE, y puede incluso obtener mayor representación en los consejos de banca oficial y central. El número, que originalmente intentó ser 639U (algo que vetó la comisión electoral) intenta representar la batalla por el GEPU, es decir, por la escala de corrimiento salarial automático que fue defendida por las bases en cinco asambleas multitudi-narias, frente a la dirección sindical oficialista que transó con el gobierno. Un avance de la 639 reflejará un proceso de clarificación en la base del gremio, sobre todo entre los sectores más jóvenes que fueron perjudicados por el gobierno y la dirección oficialista.
Corresponsal
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