Paro general y un plan de lucha para derrotar el ajuste

La contestación de Vásquez luego del paro metropolitano al secretariado del PITCNT, revela que “no va a intervenir”, es decir, aunque haga el juego de la mosqueta,todo el mundo sabe y más que nadie el secretariado del PIT-CNT, su intervención es directa a través de su Ministerio de Trabajo encabezado por Murro y el Director de trabajo Juan Castillo.

Con las pautas de rebaja salarial y beneficios a las empresas para que negocien con pautas aún más inferiores, dentro de la franja de poca solvencia que ha impuesto el gobierno de Vásquez- Astori, se encuentran 200000 trabajadores sin convenio y sometidos al decretazo de rebaja salarial que pueden votar las Cámaras capitalistas y el gobierno, como ya lo han hecho en otras ramas grupos y subgrupos de los consejos de salario.

El Sunca, Fuecys,  frigoríficos, molineros y otros están sin convenios y los trabajadores han empezado a tomar en sus manos la lucha por derrotar el decretazo ajustador, el Sunca ha empezado a ganar las calles y va a un paro general con asamblea en estos días, los trabajadores de Fuecys han tomado los supermercados bloqueando sus puertas de ingresos y se ha reinstalado la discusión sobre un nuevo paro general.

Como la tortuga en el aljibe, al golpe del balde

El paro parcial metropolitano del 4 de noviembre delata que la dirección frenteamplista del PIT- CNT actúa bajo la presión de la agudización de la lucha de clases  por un lado y por otro  tratando de hacerle el aguante al gobierno. Colocando el fantasma de la derechización “global”,Temmer, Macri, seguramente hablen ahora de la victoria de Trump, quieren someter  la lucha obrera y popular a una probada variante de sin salida a la crisis capitalista; justamente la responsable, el centroizquierdismo demo progresista, de la reinstalación de las tendencias reaccionarias y derechistas en estos últimos años.

Es desde este planteo que surge la invitación a Dilma, y la jornada continental del último paro del 4 y no del levantamiento de un planteo obrero independiente e internacionalista frente a las variantes burguesas a la crisis

Una Dilma que hoy dice temer (en el acto) por el futuro de las conquistas sociales pero que  con la anuencia de la cúpula de la CUT, no ha convocado al pueblo brasilero a movilizarse para derrotar al golpismo. ¿Porque? Porque debía serlo luchando contra un ajuste capitalista de recorte de esas conquistas y de entrega de Petrobras, que ella misma con la cúpula del PT llevo adelante en su mandato.

La dirección frenteamplista del PIT-CNT, rayando la esquizofrenia, se somete a esta orientación de derrota para la clase obrera mientras tiene que prometer más paros, más movilizaciones y hasta la huelga como se discute en el SUNCA ante la eventualidad que no haya convenio.

La cuenta regresiva ha empezado los plazos de vencimiento para acordar se empiezan a agotar, y ni las Cámaras ni el gobierno se van a mover, ni un ápice, si no hay una gran movilización nacional de la clase obrera que ponga al orden del día el método de las asambleas y la huelga.

De nada sirvieron el salvavidas al gobierno que tiraron los Abdala y Pereira bloqueando el paro general propuesto por la mayoría de los sindicatos de la MR, el mes pasado,  generando la ilusión que el gobierno  modificaría las pautas de rebaja salarial que ha planteado en los consejos de salarios, bajo la falsa afirmación de que  “ hubo avances”.

Nuevamente está instalada la deliberación del paro general, aunque es obvio que otra vez lo quieren acotar a una movilización parcial de algunos gremios de Montevideo y no todos.

Hay que lanzar desde ya una campaña para que las asambleas obreras y de los sindicatos se pronuncien a favor de un paro general y un plan de lucha y lo lleven adelante haciéndolo votar en la representativa del PIT.CNT.

Por  el triunfo de los 200.000 trabajadores sin convenio, SUNCA ,FUECYS, etc. Por la eliminación de las AFAPs, por el salario mínimo inmediato y móvil de 30.000 pesos , por la reducción de la jornada sin merma salarial contra el desempleo, por la estatización de toda fábrica que cierre y su puesta bajo control de los trabajadores, por un plan de obras públicas del estado que ocupe a los 22.000 obreros de la construcción que ya han perdido su empleo en estos años y a más 135.000 desocupados existentes.

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Author: Alvaro Soto