¡No al cierre de Sucursales! No al achique del BROU

Por una AEBU y un PIT-CNT independientes del gobierno

A pesar de que la burocracia sindical oficialista decía que haber cerrado el convenio de pérdida salarial que se cerró permitiría enfrentar el cierre parcial de las dependencias, esto no ocurrió. Las dependencias cerraron. No es una novedad, se puede remontar su origen al primer cierre parcial de dependencias realizado hace algunos años, momento en el que quienes tenemos independencia política del gobierno advertimos que era un primer paso en una avanzada privatizadora y de achique del Banco, que influiría negativamente además en la situación de la Caja Bancaria. Los resultados están a la vista, y las conclusiones eran claras para todo el que estudiara el tema con independencia política y de clase. Pero, ¿por qué hablamos de privatizaciones? Para empezar, nos encontramos en un escenario en donde la política del gobierno es correr a los trabajadores del Banco. Esto se ve en el cierre de cajas, en los límites a los montos para operar en las escasas cajas que quedan, por el no llenado de vacantes que hace que ser atendido por un Ejecutivo de Negocios en una dependencia pueda llevar varias horas de espera (y a veces terminan siendo atendidos por compañeros auxiliares que realizan la tarea sin el pago correspondiente), etc. A esto se le suma este cierre parcial. La idea atrás de todo esto, es echar a la gente hacia las corresponsalías a hacer sus trámites. Con la idea de transformarlos en “mini sucursales del BROU”, lo que se hace en la práctica es privatizar el negocio, y pasar toda la información y productos del Banco paulatinamente para que estos privados los utilicen como mejor le sirva a sus intereses. En resumen: se limita la cantidad y calidad de los servicios brindados en las dependencias bancarias para fomentar el negocio en Abitab y Redpagos. Como ya se hizo con el BHU, se vacía de contenido al BROU. La Burocracia Sindical ha jugado un rol clave en esto. Con el discurso de la defensa de las dependencias han recorrido el país; pero la única defensa que realizan, es la defensa a la ley de inclusión financiera que el Consejo Central de AEBU festejó como un logro. El problema sería no el avance en el proceso privatizador, no el achique del Banco, no el no llenado de vacantes, sino la velocidad con la que se realiza. Un documento elevado al Directorio del Banco por parte de la burocracia generó una respuesta contundente por parte del Directorio “… queda claro que el desacuerdo original entre AEBU y el BROU no tiene que ver sobre los fines propuestos (…) sino sobre la forma de alcanzar esos fines (…)Por lo tanto es un desacuerdo técnico (…) y no político”. Clarísimo. Como siempre, los agentes del gobierno dentro del Sindicato se dedican a allanar el camino para aplicar con la mayor paz y tranquilidad posible las medidas pro-capital. No se enfrentan al gobierno, no movilizan a los trabajadores ni los convocan a discutir, sino que hacen saludos a la bandera con lectura de proclamas de 15 minutos y presentan propuestas cada vez peores de aceptación del cierre parcial. Primero proponían abrir los 10 primeros días, luego algunos incluso se bajaron a 5. De defensa irrestricta del Banco y de los trabajadores, es decir, de enfrentar al gobierno, ni hablar. De nuevo, y como ya bien lo dijo el propio Directorio del Banco, las diferencias son tácticas, no estratégicas. La discusión nunca gira en torno al rol social del Banco en particular, ni al rol que debería tener la Banca en general, ni a la defensa de la Caja Bancaria, sino a la mejor forma aplicar la famosa ley de inclusión financiera, el cual parece ser el nuevo y más importante derecho humano. El cierre de Sucursales y las tercerizaciones forman parte de una reestructura que atenta contra las fuentes laborales e impulsa el trabajo precario. El aumento del IRPF forma parte de ese mismo ajuste, que incluye también recortes en el gasto social (Educación, Salud), mientras se mantienen las zonas francas, las exoneraciones impositivas e incluso los subsidios directos a las grandes empresas. Frente a esto planteamos: que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores. Los trabajadores bancarios necesitamos independencia política del gobierno pro-capitalista para defender los intereses de los trabajadores bancarios y de los trabajadores usuarios. Por ello se necesita que un Sindicato fuerte sobre la base de la participación y la democracia sindical; pero también es necesario construir una alternativa política de los trabajadores para enfrentar el ajuste, las privatizaciones y la confiscación a nuestros bolsillos, lo que plantea la lucha por un gobierno de trabajadores.

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Author: Partido de los Trabajadores