MUCHO MÁS QUE UNA ELECCIÓN SINDICAL

Las elecciones en el sindicato municipal no son un hecho aislado. Algo similar viene sucediendo en diversos gremios: ADES Montevideo, UTHC (Hospital de Clìnicas), AFCasmu, Frigorìfico Canelones, tienen en común con ADEOM el que fueron derrotadas las listas oficialistas.
Parece existir una tendencia al triunfo de listas de izquierda que no son frenteamplistas, y que critican tanto al gobierno como a la mayoría del PITCNT que se subordina al Frente Amplio.
¿Los trabajadores expresan su bronca con el gobierno?
¿Sienten que está agotado el Frente Amplio, y están buscando una salida por izquierda? ¿Estas elecciones sindicales pueden estar mostrando algo mucho más profundo que un simple cambio en la correlación de fuerzas interna de un sindicato?
Es notoria la insatisfacción de amplios sectores de base de la izquierda. Quienes aspiraban a un ‘giro a la izquierda’ han visto completamente defraudadas sus expectativas. Mujica –de la mano de Astori y Tabaré Vázquez– protagonizó en todo caso un giro a la derecha respecto al gobierno anterior.
Las encuestas reflejan este descontento: la adhesión al Frente Amplio cae, pero esto no se traduce en un crecimiento de la derecha. Un alto porcentaje del electorado se niega a votar por las distintas opciones existentes, que tienen diferencias de grado pero un acuerdo sustancial: son defensoras del gran capital y del sometimiento al imperialismo.
Por todos lados surgen manifestaciones de disconformidad: frente a la política que mantiene la impunidad para los responsables de crímenes y torturas de la dictadura; ante la entrega a las multinacionales depredadoras del medio ambiente; contra las trampas estadísticas y económicas para producir una rebaja salarial; ante la campaña desembozada del candidato del FA junto al Opus Dei en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo; frente a los ‘asaditos’ de dirigentes sindicales con el gobierno, grandes capitalistas y hasta la embajadora yanqui…
Lo que esta situación de descontento a nivel sindical y político está pidiendo a gritos es la constitución de una oposición de izquierda, frente al gobierno y a la derecha blanqui-colorada, es decir, una alternativa política de los trabajadores.
La crisis internacional no tiende más que a profundizarse.
En todos lados los gobiernos capitalistas –de derecha o de centro-izquierda– descargan esa crisis sobre las espaldas de los explotados. “Que la crisis no la paguen los trabajadores, que la paguen los capitalistas”, es una consigna que se escucha en todo el mundo. Pero para que la crisis la paguen los explotadores, la clase obrera debe luchar por el poder político.
Es necesario construir una alternativa política de carácter anti-capitalista y socialista, que prepare la lucha por un gobierno de trabajadores, y por la unidad socialista de América Latina.

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Author: Partido de los Trabajadores